miércoles, 26 de junio de 2013

La crisis siria interrumpe el repliegue del contingente militar de España en Líbano

“No hay intención ninguna de recudir las tropas”, asegura el almirante jefe del Mando de Operaciones. Defensa apuesta por grupos de operaciones especiales y medios de inteligencia para las futuras intervenciones en el Exterior


Artículo publicado originalmente en Estrella Digital.


Carlos Penedo. Toledo.
El almirante Jefe del Mando de Operaciones del Estado Mayor de la Defensa, Teodoro López Calderón, se ha mostrado tajante esta mañana en Toledo sobre la participación militar española en la operación de Naciones Unidas en Líbano: “no hay intención ninguna de reducir más el contingente. El nivel de fuerzas se mantiene, continuaremos liderando el sector este, el área de despliegue de Unifil es la más tranquila del Líbano, la más estable y segura”.
De este modo se interrumpe la tendencia a la baja de los últimos meses, en la que por motivos económicos y aparentemente de cumplimiento de objetivos tanto España como Italia y Francia han reducido su presencia en la operación. En la actualidad España mantiene alrededor de 550 militares en Líbano, aproximadamente la mitad de los que han operado en el sur de Líbano desde que en 2006 la misión de Naciones Unidas ampliara sensiblemente sus efectivos hasta 11.000 militares, en respuesta al conflicto entre Israel y Hezbolá de aquellas fechas.
El representante del Estado Mayor del Ejército, en el marco del Seminario Internacional de Seguridad y Defensa organizado por la Asociación de Periodistas Europeos, ha destacado dos lecciones de la participación militar española en operaciones internacionales en los últimos años: nuestros militares han aprendido a conducir operaciones en el nivel táctico, el más pegado al terreno; y una segunda lección es la necesidad de que en una intervención militar en el exterior debe de estar muy clara la finalidad política y los tiempos.
En la forma de actuar, el almirante López ha señalado también el enfoque integral con la que debe afrontarse una crisis, y más específicamente ha valorado la “forma sincronizada de actuar” de España en Afganistán entre los medios civiles de la Agencia Española de Cooperación Internacional y los diferentes contingentes militares, ejemplo para operaciones futuras y para otros países.
Sin embargo, el máximo representante militar español en operaciones en el exterior ha apuntado hacia algunos problemas: “España defiende la necesidad de una estructura permanente de la Unión Europea para planeamiento y conducción de operaciones”, y su carencia explica el retraso de la Unión en algunas de sus respuestas.
En el mismo sentido el almirante ha señalado que pese al contenido del Tratado de Lisboa, que establece un marco amplio para estrechar la colaboración entre los países miembro en materia de seguridad y Defensa, se ha avanzado muy escasamente en esta dirección.
“Son necesarios sistemas de mando y control que integren todos los niveles de decisión, político, estratégico, táctico”, y además que “que integren el nivel político desde el inicio del planeamiento, y también en la conducción de la operación”; junto con una evaluación continua de la marcha de las operaciones.
Otra enseñanza de conflictos recientes es la necesidad de iniciar las operaciones en el momento adecuado, en los primeros estadios de la crisis o incluso antes de que se produzcan. Según el representante del Estado Mayor de la Defensa, “en el futuro veremos operaciones tempranas en países para evitar situaciones incontroladas, operaciones con apoyo y acuerdo de los países donde se desarrollan”, en referencia al uso preventivo de medios civiles y, por ejemplo, de asistencia militar.
Defensa prevé la utilización de fuerzas de poca entidad, sin grandes gastos, fuerzas muy preparadas, de gran autonomía logística, grupos de operaciones especiales y muchos medios de inteligencia. “Es necesario potenciar la capacidad de inteligencia, y compartirla, donde hay un amplio campo de mejora, entre países intervinientes y con países afectados o vecinos”.
Para España el riesgo de enfrentamiento entre Estados es bajo, “el riesgo convencional implicando a España no se considera a corto plazo, lo que no quiere decir que las FAS no estén adiestradas, pero no es un riesgo principal”, por lo que tanto el adiestramiento como la operación de las Fuerzas Armadas se centran ahora en las intervenciones en el exterior.
En relación con los ajustes económicos, el jefe del Mando de Operaciones ha señalado que “el presupuesto de Defensa ha llegado al límite, cercano a líneas rojas de perder capacidades”. En el lado positivo figura que los gastos en operaciones en el exterior no proceden del Ministerio de Defensa: “lo que se necesita para los operaciones se tiene”.

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