viernes, 29 de noviembre de 2013

La UE quiere crecer en Defensa

  • Morenés promueve una mayor simbiosis entre OTAN y UE
  • La apertura del mercado de Defensa despierta recelos entre la industria española
  • En 2014 verán la luz las estrategias europeas en Ciberdefensa y Seguridad Marítima
  • Bruselas tarda una semana en cerrar las conclusiones de la última reunión de ministros de Defensa

Artículo publicado originalmente en Estrella Digital.
Europa quiere intensificar la cooperación entre los 28 socios en materia de Defensa y ganar espacio en la regulación de los mercados de armamento. Para ello habla de mancomunar y compartir medios -pooling and sharing–, de mejorar la cooperación entre países y con otras organizaciones, de desarrollar a medio plazo capacidades concretas y de abrir el mercado a la competencia. El proceso culminará el 19-20 de diciembre con una cumbre de jefes de Estado monográfica sobre Defensa. Pero el asunto no está siendo fácil: el Consejo de la UE ha tardado una semana en publicar las conclusiones de la última reunión de ministros de Defensa. Y en España la industria teme al futuro.
El último paso del camino hacia diciembre ha sido la reunión de ministros de Defensa del pasado día 19, Consejo de la Unión Europea sobre Política Común de Seguridad y Defensa. De cada Consejo, y de forma prolija en este caso, se elaboran unas conclusiones –orientaciones políticas- que normalmente se aprueban al finalizar el encuentro, aunque en esta reunión el Consejo de la UE ha tardado una semana en aprobarlas y hacerlas públicas (del 19 al 26 de noviembre), un hecho significativo que explican por incorporaciones de última hora al documento que las delegaciones prefirieron consultar con sus capitales.
Las modificaciones al texto y el retraso consiguiente tienen dos sospechosos: Reino Unido y su fe intermitente en la construcción europea; y España, temerosa de cómo puede afectar a nuestra industria de defensa el nuevo escenario.
En cualquier caso, el documento recién aprobado puede interpretarse como un guión de la próxima cumbre de diciembre y de la política de Defensa de la UE a corto y medio plazo. Y establece resultados concretos: para 2014 el Consejo de ministros emplaza a la UE a elaborar una Estrategia de Ciberdefensa y otra Estrategia de Seguridad Marítima.
A partir de los documentos preparatorios se conoce también que la cita de diciembre girará en torno a tres pilares o tres objetivos declarados: medidas para incrementar la efectividad, rapidez y visibilidad en las operaciones civiles-militares; desarrollo de nuevas capacidades europeas de defensa; y el fortalecimiento de la industria y el mercado europeo de defensa.
En cuanto al primer bloque, la Unión Europea tiene actualmente cuatro operaciones militares en marcha en Bosnia, Malí y Somalia (una de formación y la marítima contra la piratería) y doce operaciones de carácter civil (en Kosovo, Georgia, Afganistán, dos en Territorios Palestinos, en Irak, Libia, Níger, dos en R.D.Congo, en Sudán del Sur y Cuerno de África). En total, 7.000 personas entre militares y civiles.
En su actuación en operaciones exteriores, la UE busca la participación conjunta con organizaciones regionales, como la Unión Africana o la OTAN.
La UE ha puesto el foco en el Sahel-Sáhara, con especial referencia a Libia, como espacio de interés prioritario para actuar sobre el control de fronteras y reforzar la seguridad de esos países, y anuncia un plan de acción para comienzos de 2014.
Explícitamente o no, la relación UE-OTAN es clave en la evolución de la Europa de la defensa. Sobre este asunto, el ministro Morenés animaba al finalizar la última reunión comunitaria a una mejora del diálogo político y estratégico entre la UE y la OTAN, desarrollando así una cooperación entre ambas organizaciones dirigida a "reforzarse mutuamente". El ministro de Defensa afirmó además que la "mejor aportación" que puede hacer la UE a la OTAN no pasa por aumentar sus capacidades en defensa, sino en avanzar hacia una "organización común" de dichas capacidades de todos los Estados miembros. Ni los documentos aprobados ni gran parte de los socios alcanzan esta relación simbiótica UE-OTAN que defiende Morenés.
Industria de Defensa (Fuente: Blog RP Defence).
El segundo eje de actuación se refiere a la puesta en marcha de capacidades conjuntas, en los campos civil y militar, a través de cuatro programas aprobados en el seno de la Agencia Europea de Defensa: en concreto se apunta a ciberdefensa; a una nueva generación de satélites de comunicación; al reabastecimiento en vuelo, carencia detectada en el conjunto de la Unión en el reciente conflicto en Libia, por lo que se pretende crear una flota operativa en el horizonte del 2020; y finalmente drones, sistemas aéreos tripulados a distancia, dice el Consejo de la UE, y se hace referencia a un programa de un aparato de media altura en el horizonte del 2020-2025.
En las conclusiones de la reunión del pasado día 19 se menciona explícitamente a España e Italia y su voluntad de integrarse en breve en el Mando Europeo de Transporte Aéreo, un ejemplo de integración de capacidades que se quiere explorar en otros campos como helicópteros, capacidades marítimas o evacuaciones médicas.
El tercer apartado de la Europa de la defensa actualmente en negociación y en el que concretamente la Comisión Europea quiere ampliar sus competencias es el de la industria de defensa y la apertura de los hoy cerrados mercados nacionales.
Los avances en este campo se contemplan por parte española como una amenaza. Dos ejemplos recientes de movimientos empresariales podrían anunciar tendencias. Por una parte, la multinacional japonesa NTT ha adquirido este mismo mes de noviembre el 100% de las acciones de la consultora tecnológica Everis, empresa que tiene como vicepresidente al ex ministro de Defensa Eduardo Serra. De él precisamente se habla como posible coordinador de un conglomerado industrial español de defensa.
El segundo ejemplo, ligado a lo anterior, es que el Estado se ha convertido en el principal accionista de Indra -3.000 milllones de euros de facturación y 40.000 empleados-, la joya de la corona de la industria tecnológica española de seguridad y defensa, al comprar el paquete accionarial que tenía Bankia.
Las variables en este punto son la amenaza de una compra más o menos hostil sobre empresas punteras españolas en defensa y seguridad; los movimientos rumoreados por parte del Gobierno de Rajoy para crear algún tipo de ente industrial; y la voracidad de países como Francia, Alemania o Reino Unido que desde territorio nacional se ve en un mercado europeo más abierto a la competencia.
En todo este marco en el que la Unión Europea está diseñando las líneas maestras de su política de Defensa para los próximos años, y España es uno de los 28 países que construyen la UE y uno de los cinco grandes en Defensa, la postura o aportación española que se ha hecho pública no va más allá de declaraciones genéricas de cooperación con los aliados o el reconocido atlantismo del ministro. La explicación puede ser prudencia negociadora o falta de transparencia.
A finales de agosto se difundió un comunicado con el acuerdo entre los ministros de Defensa de España, Italia y Portugal con una postura conjunta en Política Común de Seguridad y Defensa, elaboraron un documento que enviaron a Catherine Ashton y no se hizo público.
En los últimos días, en el apartado de la llamada base industrial y tecnológica de la defensa, se anuncia que en diciembre se va a celebrar un seminario entre representantes del Ministerio de Industria, Ministerio de Defensa y de la patronal TEDAE: a puerta cerrada.
Países y organizaciones de Defensa (Fuente: Wikipedia).

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martes, 19 de noviembre de 2013

Defensa pone en marcha las cibermaniobras

  • El Estado Mayor de la Defensa celebra el mayor ejercicio de adiestramiento sobre ataque y defensa de redes informáticas y de comunicación
  • El Mando de Ciberdefensa es el único organismo autorizado legalmente a realizar ataques en las telecomunicaciones
  • La estrategia de Ciberseguridad, aún pendiente, ordenará este ámbito y la cooperación entre sus numerosos agentes

Artículo publicado originalmente en Estrella Digital.
En tiempos de restricciones presupuestarias generalizadas, de sequía de ideas y aplazamiento de compromisos y nuevos proyectos, hay un ámbito que parece salvarse: la ciberdefensa, pariente militar de la ciberseguridad. El Ministerio de Defensa y las Fuerzas Armadas apuestan por este campo, como lo muestra la reciente creación del Mando Conjunto de Ciberdefensa y su puesta de largo: hoy comienza el mayor ejercicio de adiestramiento que nunca se ha celebrado en nuestro país en ciberdefensa, con 150 especialistas procedentes de los tres ejércitos y de las Fuerzas de Seguridad del Estado (Guardia Civil y Policía).
El acuartelamiento de Retamares –zona oeste de Madrid- acoge el nuevo Mando Conjunto de Ciberdefensa –MCCD-, una estructura compartida y superior a los tres ejércitos –a esto se llama conjunto-, dependiente directamente del jefe de Estado Mayor de la Defensa, el mando operativo de las Fuerzas Armadas. El MCCD nació con una Orden Ministerial el pasado mes de febrero, en verano se trasladaron a su actual sede –que compartirán en breve con el Estado Mayor de la Defensa y el CIFAS, inteligencia militar-, y a finales de septiembre alcanzaron la capacidad operativa inicial, es decir, que en un tiempo récord ya funcionan al 50% tras fichar a reconocidos especialistas de los tres ejércitos, una progresión en cualquier caso complicada y acelerada.
El Mando afronta estos días el mayor reto de su reciente historia, la organización del ECD 2013, un ambicioso ejercicio virtual, con 35 equipos participantes de los Ejércitos de Tierra y Aire, de la Armada, el órgano central del Ministerio de Defensa, el Cuerpo Nacional de Policía, la Guardia Civil y el Centro Nacional de Protección de Infraestructuras Críticas.
Las Fuerzas Armadas han organizado desde 2009 otros cuatro ejercicios como éste, pero menos completos. Desde hoy y durante tres días, alrededor de 150 de entre los mayores especialistas en ciberdefensa de nuestro país participan en un ejercicio práctico y muy técnico, que simulará con 350 máquinas virtuales ataques cibernéticos, la efectividad de contramedidas, defensa de redes, un caso hipotético en el que una organización terrorista penetra en una red gubernamental utilizando páginas de servicios. La información y datos que se manejan en este ejercicio se miden en gigas, el almacenamiento en teras y se cuenta con más de 150 redes virtuales (VLAN).
Parte de los actores en este ejercicio participarán en unas semanas en otro multinacional en el Centro de Excelencia en Ciberdefensa de la OTAN ubicado en Tallin (Estonia).
El general de Brigada Carlos Gómez López de Medina es el comandante jefe del nuevo Mando Conjunto de Ciberdefensa, el cuarto pilar, junto con los mandos de Vigilancia Marítima, Defensa Aérea y Operaciones Especiales, de la “fuerza conjunta” de las Fuerzas Armadas españolas.
En un encuentro con periodistas, explica la triple faceta de la ciberdefensa: garantizar la disponibilidad, integridad y confidencialidad de la información y las redes; garantizar el funcionamiento de los servicios críticos de los sistemas de información y telecomunicaciones de las Fuerzas Armadas, especialmente si registran incidentes; y ejercer la respuesta oportuna.
En la tercera faceta está una de las claves del MCCD. “En defensa del ciberespacio tenemos muchos compañeros de viaje”, señala el general, “toda empresa u organismo con interés en proteger sus sistemas de información”, apartado donde podemos encontrar la información más confidencial del Gobierno, de la Defensa o del banco Santander; “en la respuesta-ataque actuamos en solitario”, añade.
Lo anterior significa que el Mando de Ciberdefensa de las Fuerzas Armadas sería el único organismo español autorizado legalmente a realizar acciones de ataque en sistemas de información y telecomunicaciones, siempre bajo las condiciones restrictivas con los que operan los ejércitos. Por poner un ejemplo, este cibermando tiene entre sus prioridades el apoyo a los contingentes militares españoles en el exterior y podría actuar en Malí interceptando o destruyendo las redes de comunicación de la insurgencia, siempre que el mandato y la legalidad de nuestra presencia allí lo amparara.
La Orden Ministerial de febrero que creó el Mano de Ciberdefensa establece que el Ministerio de Defensa participe en la gestión integral de la ciberseguridad nacional, “no limitándose a la protección de los sistemas de utilización puramente militar”. Los límites de las redes de telecomunicaciones y sistemas de información son difusos, están interconectados y vamos descubriendo que no conocen fronteras y tienen agujeros. En su seguridad actúa el Ministerio de Defensa, el CNI (Presidencia), el Ministerio del Interior (Guardia Civil, Policía, Infraestructuras críticas), el Ministerio de Industria (INTECO); y grandes o pequeñas empresas privadas que buscan proteger su información o hacer negocio con la seguridad. Todos los agentes esperan impacientes la próxima Estrategia de Ciberseguridad, el documento que establezca cómo se relacionan los diferentes actores del sistema, cómo se coordina la ciberseguridad en España, anunciada varias veces y que puede ver la luz antes de fin de año, probablemente en la próxima reunión del Consejo de Seguridad Nacional.
Haciendo un símil con los virus de la guerra bacteriológica, el ejercicio de ciberdefensa ha requerido la creación de cierto armamento cibernético que, se nos dice, circulará por un “entorno virtual y controlado”, imposible de saltar a la red pública. En el mundo real sí puede ocurrir: al parecer, el virus Stuxnet que en 2010 contaminó el programa nuclear iraní, y lo retrasó un par de años destrozando sus centrifugadoras, salió de los sistemas atacados por uno de los ingenieros del programa y hoy circula por ordenadores y redes de Oriente Medio.
Dos apuntes finales. Un aviso para navegantes del general jefe del Mando de Ciberdefensa: “Tenemos mucho trabajo por delante en cuanto al uso de dispositivos móviles”. Los grandes secretos de la Defensa o de la Corona –esto ya es interpretación de sus palabras- pueden estar a buen recaudo; pero el punto débil puede ser una llamada telefónica o, en el caso de las filtraciones del extécnico de la CIA Snowden, el elemento personal. El otro aviso es que las redes sociales son una fuente de información espectacular. Por tanto, si alguien maneja información sensible y no le interesa su difusión, cuidado con el contenido de las conversaciones telefónicas y lo que colgamos en redes sociales.

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jueves, 14 de noviembre de 2013

Europa pierde el tren de los drones militares

EADS, Finmeccanica y Dassault presentan un proyecto de avión no tripulado a la agencia de armamento francesa que requiere 1.000 millones sólo en desarrollo para volar en 2022. España lleva 20 años investigando, sin éxito industrial. Mientras, el mercado se lo quedan EEUU e Israel

Artículo publicado originalmente en Estrella Digital.
Proyecto Talarion, abandonado por EADS.
Europa corre el riesgo de perder el tren del mercado mundial de aviones sin piloto –drones- y carecer de la autonomía industrial para equipar a sus propias fuerzas armadas en este campo. La falta de recursos económicos –recortes presupuestarios- y de voluntad política, si el Consejo Europeo de diciembre dedicado a la defensa no lo remedia, impiden avanzar en un mercado multimillonario copado por empresas estadounidenses e israelíes. A España no se le espera.
Tres grandes empresas de defensa mayoritariamente europeas -EADS, Finmeccanica y Dassault-, que se debe interpretar como los intereses industriales de Alemania, Italia y Francia, acaban de presentar ante el Ministerio de Defensa francés el proyecto de un nuevo drone. Se trata del último intento de convencer a las autoridades políticas de apostar por un nuevo proyecto industrial que revitalice la deprimida industria europea de defensa y además en el ámbito con más expectativas de crecimiento y futuro.
Según publicaba hace unos días el principal periódico francés de información económica, Les Echos, a finales de octubre se presentaron ante la DGA francesa, la agencia pública de armamento, los consejeros delegados de Cassidian, Bernhard Gerwert (grupo EADS, multinacional europea semipública); de Alenia, Giuseppe Giordo (grupo Finmeccanica, multinacional italo-anglosajona con mayoría de capital público italiano); y de Dassault, Eric Trappier (multinacional francesa casi privada, propietaria por otra parte del periódico Le Figaro).
MQ-9 Reaper fabricado por General Atomics
Aeronautical Systems y adquirido por Francia. 
A falta de mayor definición, presentaron el proyecto de un drone del tipo Male (medium altitude, long endurance), hasta 30.000 pies de altitud y un alcance de unos 200 kilómetros, en principio un aparato de vigilancia pero con la posibilidad de una versión armada. El coste del desarrollo del proyecto (que no de la producción) se estima en 1.000 millones de euros, y de aprobarse las empresas se comprometen a tenerlo volando en 2022.
El proyecto presentado ahora recuerda al difunto Talarion, un aparato muy similar impulsado por EADS y abandonado definitivamente hace año y medio ante la falta de un compromiso financiero por parte de los países patrocinadores, Alemania, Francia y curiosamente España, donde se llegó incluso a hablar de la instalación de un centro de excelencia de EADS dedicado a estos UAV. La crisis y los recortes presupuestarios generalizados impidieron al trío aportar los 1.500 millones de euros que pedía la empresa.
La situación de Europa ante los drones refleja todos los aspectos que hoy caracterizan la defensa en la UE: renacionalización de políticas, acuerdos bilaterales, falta de recursos económicos y de impulso político compartido.
Francia y Reino Unido anunciaron hace dos años el desarrollo de un proyecto de drone que parece no haber avanzado por el camino previsto por sus impulsores. Francia y Alemania anunciaron a comienzos de 2013 el impulso de otro drone militar. Y la realidad más real es que las urgencias operativas han llevado a Francia este verano a adquirir en Estados Unidos dos MQ-9 Reaper, fabricados por General Atomics Aeronautical Systems, para desplegarlos en el Sahel y probable aperitivo de un lote final de 16 drones y su equipamiento que se acercan a los 1.200 millones de euros.
En un nivel más modesto, algo parecido le ha ocurrido a la Armada española, que ha acabado comprando su primer sistema aéreo no tripulado embarcado –Pesante lo ha llamado- a la empresa sueca SAAB AB para dotar a los nuevos Buques de Acción Marítima que se despliegan, entre otros lugares, en aguas de Somalia.
El hecho es que a nivel nacional y algunas empresas llevan veinte años con proyectos de investigación en este campo de los aviones sin piloto tanto de uso civil como militar. Por poner un ejemplo, el público Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial, INTA, viene desarrollando durante las últimas dos décadas prototipos como los Alba, Diana, Siva o Milano, de diferente alcance y uso, que han supuesto un conocimiento adquirido de interés desde el punto de vista de la I+D+i, pero que no han enganchado con intereses industriales. La multinacional semipública Indra, por su parte, tiene en marcha el desarrollo de un helicóptero no tripulado bajo el nombre de Pelícano.
Nada en cualquier caso comparable a un gran proyecto multinacional que permita el desarrollo tecnológico y la fabricación de un aparato que pueda competir en los mercados de defensa de medio mundo con los productos ya operativos de Israel o EEUU.
Modelo Pelícano de Indra.
Este asunto figurará sin duda en la agenda del próximo Consejo Europeo a celebrar el próximo mes de diciembre de carácter monográfico sobre temas de defensa. En la documentación elaborada para la cumbre, la vicepresidenta y Alto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores, Catherine Ashton, señala este campo de la inteligencia, vigilancia y reconocimiento como prioritario.
Muy probablemente se trate también de un asunto presente en las actuales reuniones y contactos que mantiene la industria tecnológica española de seguridad, defensa y espacio con la Secretaría de Estado de Defensa.
La realidad es que hay interés compartido, posibles usos tanto civiles como militares, hay necesidad operativa de los ejércitos, hay negocio, pero no recursos públicos para financiar un proyecto europeo ambicioso. El ministro de Defensa, Pedro Morenés, aplazaba hace pocos días hasta la próxima legislatura, o el horizonte de 2015, la puesta en marcha de nuevos programas de adquisiciones para las Fuerzas Armadas, entre los que podría figurar uno de este tipo.
La situación actual lleva a algunos países como España a financiar con muchas dificultades sistemas de armas comprometidos hace 15 años, diseñados hace 25, y no poder afrontar hoy equipos más adaptados a las necesidades operativas.

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martes, 12 de noviembre de 2013

¿Inseguridad global?

¿Camina el mundo hacia una violencia creciente, una sucesión de conflictos interminable, una amenaza continua y cada vez más letal? Pues no necesariamente.
En estos momentos se están desarrollando media docena de procesos de clara distensión, de negociación o renuncia a la violencia, desactivación de conflictos enquistados durante décadas y con miles de víctimas a sus espaldas.
Todo conflicto entra por derecho propio en la categoría de lo noticiable y en consecuencia reaccionan habitualmente los medios de comunicación, pero también merecen su espacio estos movimientos, aunque solo fuera por las posibilidades de éxito y que millones de personas pueden dejar de vivir el miedo que les ha perseguido durante una o varias generaciones.
Los que han idealizado la Guerra fría como una etapa histórica de estabilidad, olvidando la carrera nuclear, la destrucción posible del planeta, los ingentes recursos destinados a armamento, las guerras por delegación en medio mundo, alarman hoy sobre una sociedad internacional amenazante. Los siguientes procesos van en contra de esa visión.
  • España – ETA: el 20 de octubre de 2011 la organización terrorista firmó su acta de defunción, dejando atrás cuatro décadas de violencia y cerca de mil asesinatos directos o de la contra. España vive dos años sin ETA y cuatro sin asesinatos, una realidad histórica sin precedentes. Cualquier amenaza hoy planteable palidece en comparación con la violencia etarra que ha marcado el país desde mediados del siglo XX. Hoy debatimos sobre los atajos judiciales puestos en marcha en política antiterrorista, sobre si fue acertado utilizar políticamente el dolor de las víctimas, pero no hay asesinatos.
  • Colombia – FARC: el gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia negocian desde hace un año en Cuba el fin de la violencia que ha causado desde 1964 más de 220.00 asesinatos documentados y cinco millones de desplazamientos forzosos, según un informe muy serio elaborado por el Centro Nacional de la Memoria Histórica, una especie de comisión de la verdad. Hace unos días se anunció un acuerdo parcial sobre la participación política de los guerrilleros, que se suma a otro de mayo sobre tierras y desarrollo rural.
  • Turquía – PKK: el gobierno turco mantiene negociaciones desde octubre de 2012 con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán, guerrilla kurda nacida en 1984 y parte de un conflicto que se ha cobrado más de 40.000 vidas. En mayo el PKK anunció un alto el fuego. El Gobierno turco anunció este octubre un paquete de tímidas reformas democráticas que ampararían un mayor reconocimiento de la lengua e identidad kurda, pendiente en cualquier caso de una reforma constitucional que satisfaga al 20% de la población del país.
  • Israel – Palestina: el pasado mes de julio se reiniciaron negociaciones directas en Washington bajo patrocinio estadounidense, con el objetivo de alcanzar hacia mediados de 2014 un estatuto final que ponga definitivamente fin al conflicto y contemple los asuntos más complicados, como son el retorno de refugiados, fronteras o Jerusalén.
  • Siria: el mes de agosto se cerró con tambores de guerra, con la inminencia de un ataque de EE.UU. que presumiblemente iba a añadir más muerte y destrucción a la guerra civil que ya ha provocado 100.000 muertos y cuatro millones de refugiados. Entonces surgió el asunto de las armas químicas, su probable destrucción y una compleja negociación que debería fructificar en Ginebra en una conferencia a celebrar este año que pactara un Gobierno de transición. De una situación como la de Irak entre 1991 y 2003 (bombardeos, bloqueo, víctimas civiles) a la diplomacia, un gran paso.
  • Irán nuclear: para desconcierto de Israel y Arabia Saudí,  el nuevo presidente Hasan Rohaní ha mostrado desde su toma de posesión en agosto una voluntad clara de negociar el programa nuclear y hacer de algún modo compatible el acceso de su país a esta fuente de energía con garantías de no sumarse al restringido listado de países con armamento nuclear. Negocian con Irán los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania en un proceso que aparenta dar resultados en breve. En juego están sanciones económicas que bloquean fondos iraníes desde hace tres décadas o le impiden hoy exportar petróleo, y un enfrentamiento total con EE.UU. desde la revolución que acabó con el Shah, el secuestro de personal diplomático estadounidense y la guerra que comenzó Saddam Husein en 1980 con apoyo occidental.

¿Tienen algo en común los procesos anteriores? Comparten claramente el momento, éste.
Los profesionales de la seguridad no deberían preocuparse de todo lo anterior. Conflictos quedan muchos y para desactivarlos siempre serán necesarios los expertos en explosivos.


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Han pasado ocho meses desde que conocimos por El País que militares españoles torturaron en Irak. Esas personas o siguen dentro de las Fuerzas Armadas o andan tranquilamente por la calle. Los tiempos de la responsabilidad política, de la reputación de una organización, nada tienen que ver con los judiciales.

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miércoles, 6 de noviembre de 2013

Quién espía en España

El director del CNI, Félix Sanz, da explicaciones sobre el espionaje de la NSA en España, aparentemente en colaboración con los servicios secretos españoles
Soraya Sáenz de Santamaría coordina la heterogénea comunidad de la inteligencia en nuestro país

Artículo publicado originalmente en Estrella Digital.

El director del Centro Nacional de Inteligencia, Félix Sanz, comparece este miércoles en la Comisión de control de los créditos destinados a gastos reservados del Congreso, a puerta cerrada y con la confidencialidad siempre relativa de los presentes, para informar sobre las actividades de espionaje de EE.UU. en España. El foro es la conocida como comisión de secretos oficiales, que en su largo nombre oficial conserva el recuerdo de otros tiempos en los que el gasto parecía más importante que la actividad que se financia.
Sin llegar a los 16 organismos de inteligencia con que cuenta la administración estadounidense –sólo su Agencia Nacional de Seguridad tiene 35.000 empleados y un presupuesto de 10.800 millones de dólares, una estimación porque ambas cifras son confidenciales-, en España hay mucho profesional público y privado y varios organismos que se dedican a captar una cantidad ingente de  datos, que convierten gran parte de ellos en información y de donde sale ya en menor medida productos de inteligencia para el gobierno del país o de la empresa.
Aquí algunos de ellos, los principales.

  • Centro Nacional de Inteligencia -CNI –:  muy lejos queda la creación por Carrero Blanco en 1972 del embrión de nuestro principal servicio de inteligencia, llamado Servicio Central de Documentación –SECED- y como misión la vigilancia de la oposición a la dictadura de Franco. Ya en democracia, en 1977 se convierte en Centro Superior de Información de la Defensa (CESID) y en 2002 en CNI. A diferencia de otros países, este organismo integra inteligencia exterior e interior. El Centro ha vivido en los últimos años una transformación completa: en medios, hoy 3.500 profesionales y 240 millones de euros de presupuesto, con un crecimiento espectacular bajo la presidencia de Zapatero desde los 2.000 empleados públicos y 200 millones que encontró; y actividad, un proceso de transformación que parte de los atentados del 11 de marzo y la obsesión de la lucha contra ETA, a la situación actual, cumplidos dos años del fin de ETA y con el terrorismo salafista y la inteligencia económica como prioridades. Desde 2009 su director es Félix Sanz y desde diciembre de 2011 el Centro está adscrito al Ministerio de Presidencia, procedente del Ministerio de Defensa, con la importancia que tiene quién paga las nóminas todos los meses.
  • Centro Criptológico Nacional –CCN-: organismo integrado en el CNI, responsable de coordinar la acción de los diferentes organismos de la Administración que utilicen medios o procedimientos de cifra y de garantizar la seguridad de las tecnologías de la información en ese ámbito.
  • Centro Nacional para la Protección de las Infraestructuras Críticas –CNPIC-: dependiente del Ministerio del Interior. Entre las competencias del CNPIC se encuentra la ciberseguridad: ataques que puedan poner en riesgo las redes informáticas y de telecomunicaciones.
  • Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas –CIFAS-: se da la circunstancia de que el actual director del CNI fue entre 2004 y 2008 como jefe de Estado Mayor de la Defensa responsable también de la inteligencia militar. Ambos servicios trabajan conjuntamente sobre todo en los despliegues de tropas españolas en operaciones internacionales (Afganistán, Líbano, Irak, Malí). Aparentemente el CIFAS es un organismo modesto, las promesas de impulso abundan tanto como las de la reforma del Senado, déficit que muy probablemente las FAS suplen en escenarios exteriores con la ayuda de la inteligencia militar OTAN –es decir, de algunos de sus miembros-. Una importante novedad en el seno de los ejércitos ha sido la creación el pasado mes de febrero del Mando Conjunto de Ciberdefensa.
  • Servicio de Información de la Guardia Civil: a su espalda cuenta con el prestigio ganado durante años en la lucha contra ETA, incluida su actuación en territorio francés. Y la Guardia Civil es importante destacar que opera el Servicio Integrado de Vigilancia Exterior –SIVE-, un complejo sistema nacido modestamente para vigilar la inmigración en el Estrecho en 2002 que hoy abarca con más de 20 estaciones fijas –además de los medios móviles- desde Canarias hasta Tarragona y Baleares, y comienza su implantación en Galicia.
    Estaciones del SIVE (Fuente: www.agrupacionahumada.com).
  • Comisaría General de Información del Cuerpo Nacional de Policía: Ministerio del Interior en estado puro, donde encontramos la lucha contra la delincuencia organizada. Al parecer la normativa que creó y regula esta Comisaría otorgan el carácter de secreto a la estructura, organización, medios y procedimientos operativos específicos de los servicios de información, así como sus fuentes y cuantas informaciones o datos puedan revelarlas. Sus funciones son la captación, recepción, tratamiento y desarrollo de la información de interés para el orden y la seguridad pública, y la utilización operativa de la información, específicamente en materia antiterrorista en el ámbito nacional e internacional.
  • Sector privado: multinacionales tecnológicas o financieras como Indra, Amper, Abertis, Santander y otras hablan naturalmente de inteligencia económica y ciberseguridad. Les va en ello su existencia o el negocio. Aquí el sector público no es que vaya por detrás –que va-, sino que debe apoyarse obligatoriamente en un sector privado avanzado en un doble sentido: para aprovecharse de avances tecnológicos no desarrollados en el ámbito de la Defensa (los videojuegos y la simulación militar son hermanos siameses tecnológicos) y que tradicionalmente, y la tendencia es creciente, los servicios de inteligencia se apoyan en el sector privado, para disimular su actividad y como refuerzo en nichos tecnológicos o localizaciones concretas.

La seguridad interior y exterior hace tiempo que rompieron sus límites. Las fuerzas militares se destinan a combatir el terrorismo –aparentemente- y las policiales actúan cada vez más en el exterior.
La coordinación entre todos los organismos españoles dedicados a la inteligencia es muy cuestionable, no existe de hecho un órgano establecido más allá de la referencia del CNI como coordinador de estos asuntos. Por la vía de los hechos, la integración de la inteligencia conseguida por varias fuentes se produce por relaciones personales, algo siempre ineficaz, y confluye en Moncloa. Sanz Roldán por parte de la oferta y la vicepresidenta y el director del Gabinete de Rajoy, Jorge Moragas –también referente de la Estrategia de Seguridad Nacional-, por parte de la demanda, son las tres personas que debieran estar más al día de los asuntos de inteligencia en nuestro país.
La Ley reguladora del CNI de 2002 dice que “el Centro Nacional de Inteligencia funcionará bajo el principio de coordinación con los demás servicios de información del Estado español. A estos efectos, se crea la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos de Inteligencia, presidida por el Vicepresidente del Gobierno”, hoy vicepresidenta. Ahí debiera estar la coordinación de la inteligencia española, en esa Comisión que se reúne muy de vez en cuando.
La información en cualquier ámbito circula mal, más aún cuando cuesta conseguirla. Ningún organismo la cederá fácilmente salvo que le interese, o exista una estructura por arriba que no les deje otra salida. Todos los servicios de espionaje son instrumentos de terceros, del Gobierno, de la investigación policial o judicial, de la empresa. La falta de coordinación de estos servicios sólo puede incrementar la autonomía de quien se dedica a elaborar inteligencia. Autonomía del que consigue la información, no de su destinatario oficial.
El supuesto espionaje de EE.UU. en España afecta directamente a las competencias de Sanz Roldán. La línea de acción número nueve de la Estrategia de Seguridad Nacional de 2013 está dedicada a la contrainteligencia: plantea como objetivo el adoptar medidas de contrainteligencia en la defensa de los intereses estratégicos, políticos y económicos de España, para prevenir, detectar y neutralizar las agresiones encubiertas procedentes de otros Estados, de sus servicios de inteligencia y de grupos y personas que estén dirigidas a la obtención ilegal de información.

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domingo, 3 de noviembre de 2013

Cables y conexiones entre el CNI y EEUU

España es un aliado excepcional para la inteligencia y el ejército estadounidenses. Programas de armas, marines asentados en Morón para actuar en África, permiso para que el NCSI y otros servicios secretos actúen libremente y ahora, la colaboración con la NSA. Por el Estrecho de Gibraltar pasan los cables de comunicaciones más importantes del mundo. Unas aguas en las que no cualquier armada o servicio secreto pueden actuar sin llamar la atención

Artículo publicado originalmente en Estrella Digital.
Las relaciones entre España y Estados Unidos en materia de seguridad, y muy especialmente en asuntos militares, es de una relevancia excepcional: en implicaciones industriales, en el marco de la OTAN, en operaciones en el exterior, en inteligencia. Por tanto, los avances en las filtraciones de Edward Snowden, antiguo consultor tecnológico de los servicios de inteligencia norteamericanos, y de Glenn Greenwald, periodista del británico The Guardian, ahora por libre, sólo podrán derivar en luz sobre estas relaciones, tensión entre administraciones y sorpresa entre administrados.
Algunos ejemplos concretos: los buques más avanzados de nuestra Armada cuentan con el sistema de combate norteamericano Aegis, capaz del seguimiento y de interceptar 200 blancos móviles a 200 millas, una tecnología de la que únicamente disponen los propios EE.UU., Corea del Sur, Japón, Noruega y en breve Australia, los dos últimos por contratos derivados de la construcción por Navantia de las fragatas F-100.
Otros indicadores de la relación privilegiada en materia de Defensa de España con EE.UU. son las bases de utilización conjunta –cabría decir mejor de utilización vecina, porque españoles y norteamericanos hacen vida independiente, incluso con diferentes contratos de la luz-: España autorizó en 2011 la participación de la base de Rota en el escudo antimisiles de EE.UU., y por ello llegarán cuatro destructores –con el sistema de combate Aegis- a partir de 2014. Las obras realizadas en Rota en los últimos años han permitido duplicar su capacidad de atraque.
Proyecto de logo de la NSA.
En cuanto a Morón, el pasado mes de abril el Gobierno autorizó la llegada de 500 marines, dispuestos al combate en Magreb y Sahel, como prueba de que el comando norteamericano para el continente –Africom- se ha trasladado disimuladamente a suelo español, sin duda alguna desde el punto de vista operativo.
Dicha relación especial España-USA se puede personificar en dos perfiles. Jorge Dezcallar de Mazarredo, director del CESID-CNI entre 2001 y 2004, luego embajador en Washington entre 2008 y 2012. Y del propio Félix Sanz Roldán, actual director del CNI desde 2009, jefe operativo de las Fuerzas Armadas entre 2004 y 2008, con destinos y contactos muy relacionados con EE.UU. y la Alianza Atlántica.
EEUU cuenta con 16 organismos de inteligencia y varios de ellos tienen acreditada su presencia y trabajo en España. Además de la Agencia Nacional de Seguridad –NSA-, que por tamaño y actividades se lleva ahora la actualidad, se podría recordar que en 2007 el Gobierno acordó permitir su trabajo en suelo español a las agencias Air Force Office of Special Investigations –AFOSI- y el Naval Criminal Investigative Service –NCIS-, es decir, los servicios secretos de la Armada y del ejército del Aire de EE.UU. Y quedarían otros 13 organismos dedicados al espionaje.
Una de las estrategias de defensa de EE.UU. para descargar parte de la presión sobre sus actividades de espionaje por medio mundo ha sido apuntar la colaboración del CNI y el espionaje francés con la NSA norteamericana. Insinúa que España capta datos e información sobre el norte de África, África occidental (desde Canarias) y probablemente en operaciones con despliegue militar español (Afganistán, Líbano, Somalia) que traslada a EE.UU. para que lo convierta en inteligencia. El famoso ciclo de la inteligencia –dirección, obtención, elaboración, difusión- situaría en este caso su final y mayor valor añadido en Maryland, no en la cuesta de las Perdices de Madrid, donde el CNI tiene su dirección postal.
El objetivo argumental que se utiliza es que se espía en el extranjero, no a los nacionales (en España y en EE.UU. interceptar comunicaciones individuales o masivas es un delito); que los servicios extranjeros han colaborado con los de EE.UU.; y nada se dice del espionaje a jefes de Estado aliados, del compadreo con las grandes multinacionales de las telecomunicaciones para intercepciones masivas e indiscriminadas –Microsoft, Yahoo, Google, Facebook, Verizon-, espionaje en este caso donde difícilmente se puede controlar la nacionalidad de los metadatos; y nos olvidamos también de que se utiliza la seguridad y la amenaza terrorista para captar información no relacionada con estos ámbitos sagrados.
Desde la parte española se intenta desviar el foco con una parte de esta colaboración que pueda resultar incontestable para la opinión pública: la aparentemente valiosa contribución del espionaje estadounidense en la lucha contra ETA.
La última revelación por ahora apunta a que el Centro Nacional de Inteligencia desarrolló una estrecha colaboración con la agencia de interceptación de datos de Reino Unido en el campo de las llamadas "Operaciones Encubiertas de Internet" (Covert Internet Ops), según nuevos documentos del extécnico de la Agencia Seguridad Nacional de EE.UU. Edward Snowden, divulgados el pasado viernes por el diario británico The Guardian. Tal colaboración se habría producido a través de una compañía privada intermedia.
Por tanto tendríamos un intenso trabajo conjunto de nuestro CNI con EEUU y también con Reino Unido en el rastreo masivo de Internet y de las telecomunicaciones, que a su vez actuarían por su cuenta en el espionaje gubernamental a aliados y amigos; y nada sabemos aún de espionaje industrial entre aliados, inteligencia económica a la que estos servicios dedican buena parte de su presupuesto y personal.
Arqueología submarina
El interés de la Armada por los pecios históricos que duermen bajo las aguas cercanas a la Península puede tener una derivada menos romántica. Debe resultar poco menos que imposible hacer algo discretamente en el Estrecho de Gibraltar, con el foco militar de todas las potencias del planeta, con bases militares como Rota, Gibraltar y el SIVE que todo lo ve.
Durante años ha estado navegando por el Estrecho buscando monedas de oro y cañones mohosos aquel cazatesoros llamado Odissey, con medios técnicos muy adecuados para trabajar bajo el agua en asuntos de historia más reciente que el siglo XVII.
Por el Estrecho pasan una docena de cables de fibra óptica esenciales para las telecomunicaciones de medio mundo.
Uno de los cables más extensos (28.000 kilómetros) es el FLAG Europe-Asia que va desde Porthcurno (Reino Unido) hasta Miura (Japón) con parada en Estepona, para luego atravesar todo el Mediterráneo, el mar Rojo, el Océano Índico y el mar de la China.
Estepona también tiene conexión submarina con Tetuán, ciudad que enlaza a su vez con otro cable de 39.000 kilómetros  -SeaMeWe-3- que parte de Corea del Sur, conecta con China y Australia, Filipinas, India, Península Arábiga y acaba su recorrido con conexiones en Francia, Reino Unido, Bélgica y Alemania.
Cables de fibra óptica submarinos por la Península
(Fuente: www.submarinecablemap.com).
Entre Rota y Arcila tenemos el cable submarino llamado Loukkos, propiedad de Maroc Telecom. Arcila y Marsella también están conectadas por cable submarino que atraviesa el Estrecho.
La localidad gaditana de Conil cuenta con dos conexiones: un cable de Telefónica hasta Canarias y, mucho más relevante, el Columbus III, 9.800 kilómetros entre Sicilia y Florida, principal enlace trasatlántico con parada en nuestro país.
Gibraltar por su parte tiene conexión con el Europe India Gateway, 15.000 kilómetros de cable submarino desde la India, pasando por el Golfo Pérsico, el Mar Rojo, todo el Mediterráneo, conexión con Mónaco, Lisboa y final en Reino Unido.
En las Canarias tienen parada bastantes cables que siguen hacia el sur bordeando África. En Bilbao existe una conexión con Reino Unido, principal lugar de entrada de los cables transatlánticos. Finalmente Lisboa es el principal punto de enlace en la Península Ibérica con el resto del continente.
Big data
Una de las revelaciones de Snowden es que esta multinacional anglosajona del espionaje que formarían EE.UU., Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda ha pinchado cables de fibra óptica a través de un programa llamado Tempora.
Una de las consecuencias que vienen asociadas al avance e implementación de las tecnologías de la información en todos los ámbitos de la sociedad es la generación de cantidades ingentes de información. Los ratios de crecimiento de la información digital son tan altos que se estima que el 90% de los datos almacenados en el mundo actualmente se han generado en los últimos dos años.
La captura, gestión y proceso de esa cantidad de información, que se ha venido en llamar big data, se ha revelado un objetivo prioritario tanto para empresas privadas como administraciones públicas. Sin embargo, la capacidad de interpretación de esos datos no está al alcance de cualquiera, y se trataría además de una interceptación masiva de información que escapa a los límites legales y nacionales.
Como sucede en otros ámbitos e instrumentos -el espacio, los aviones sin piloto-, el espionaje parece saltarse todos los controles en su actuación. Sorprenderse por las acciones de los servicios de espionaje no es por tanto un asunto de ingenuidad, sino de legalidad. Los poderes sin control tienden a excederse en el uso de herramientas a su disposición.

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