martes, 10 de junio de 2014

Eurofighter, el mayor programa europeo de armamento

  • España firmó el compromiso de recibir 87 aparatos por 13.000 millones de euros
  • El Ejército del Aire los opera desde las bases de Morón y Albacete
  • Eurofighter británicos tuvieron su bautizo de fuego en Libia en 2011


Carlos Penedo. Artículo publicado originalmente en Estrella Digital.
Eurofighter del Ala-11 con base en Morón
(Imagen: Copyright Eurofighter-Geoffrey Lee).
Eurofighter Typhoon –EF 2000- es el nombre del caza europeo más avanzado, el más costoso de los grandes programas de armamento que ha adquirido España en toda su historia y el desarrollo conjunto más ambicioso de la industria europea de Defensa.
Con 21 toneladas de peso máximo y capacidad para doblar la velocidad del sonido, el aparato y el programa asociado presentan en cualquier aspecto cifras descomunales, incluido su larguísimo plazo de desarrollo: la decisión política es de mediados de la década de los 80, con la URSS aún como enemigo; su primer vuelo en pruebas acaba de cumplir 20 años y su entrada en servicio se produjo en 2003.
Eurofighter es una realidad puesta en marcha por las industrias aeronáuticas de Reino Unido (BAE Systems), Italia (Finmeccanica), Alemania y España (estos dos últimos a través de EADS, rebautizada hace unos días como Airbus).
En la actualidad operan alrededor de 400 aparatos en seis fuerzas aéreas, los cuatro países fabricantes más Austria y Arabia Saudí. El consorcio fabricante afirma que el programa ha generado más de 100.000 empleos, 22.000 de ellos en España, fundamentalmente en las instalaciones de Airbus en Getafe (Madrid). España fabrica el ala derecha de todos los Eurofighter.

Dos billones de pesetas para 87 aparatos

Eurofighter es el programa más costoso de la veintena de grandes programas de armamento en los que España se ha embarcado desde mediados de los 90, con unos compromisos de gasto que rondan en total los 30.000 millones de euros.
El Ministerio de Defensa no tiene en los últimos ejercicios fondos presupuestados para hacer frente a dichos compromisos, por lo que a mitad de año el Consejo de Ministros suele aprobar un crédito extraordinario para abonar facturas de armamento. Así ocurrió en julio de 2013, con una aportación extra a Defensa de 877 millones de euros (de ellos, 371 millones para el Eurofighter) y en septiembre de 2012, cuando el Ministerio recibió otro crédito extraordinario de 1.782 millones de euros para este objetivo.
Otra decisión política relevante del Gobierno Rajoy se produjo en mayo de 2013, cuando el secretario de Estado de Defensa, Pedro Argüelles, presentó en el Congreso la última reprogramación de los programas especiales de armamento. En relación con el Eurofighter, del compromiso inicial de adquisición de 87 aparatos por importe de 13.596 millones de euros, se aplazó la entrega de 15 aparatos hasta 2015, y a partir de ahí su entrada en servicio será “lo más escalonada posible”. La tranche IIIB, formada por 14 unidades, no se pondrá en marcha, por tanto España contará con 73 aparatos de este modelo.

Campañas de exportación

Base aérea de Morón (Foto: Ejército del Aire).
Todos los miembros del consorcio Eurofighter han renunciado también a las optimistas previsiones iniciales del programa y a esa tercera fase de producción.
La venta del caza Eurofighter a un tercer país no fabricante es la única esperanza para no cerrar a corto plazo la cadena de producción y montaje, prevista en estos momentos por la propia empresa para 2017 ó 2018 si nadie lo remedia.
Además de la venta a Austria de 15 aparatos en 2002 y por el Reino Unido a Arabia Saudí de 72 Eurofighter en 2007 (por un importe de 8.000 millones de euros), la otra operación exitosa ha sido la cerrada en diciembre de 2012 con el Sultanato de Omán, 12 aviones que recibirá a partir de 2017.
Sin embargo, las grandes esperanzas se depositaron en varios concursos multimillonarios que finalmente no fructificaron.
Suiza decidió en 2011 adquirir 22 cazas suecos, Japón en diciembre del mismo año se pronunció por el norteamericano F-35A para un contrato de 44 aparatos; y en enero de 2012 India falló el mayor contrato de cazas de los últimos lustros en favor del francés Rafale, 126 aparatos por más de 10.000 millones de dólares.
En el fondo, cada uno de los países del consorcio intenta o colocar sus cazas de segunda mano o vender una parte de sus compromisos. En este sentido, en 2012 España ofreció a Perú la venta de 20 aparatos, sin resultados.
España ha liderado también, sin éxito, la campaña de venta de 40 cazas Eurofighter a Corea del Sur, fallado finalmente en 2013 a favor del estadounidense F-35A de Lockheed Martin.
El caza Eurofighter tuvo su bautizo de fuego a partir de marzo de 2011 en la operación sobre la Libia de Gaddafi, en concreto diez aparatos fueron desplegados por la fuerza aérea británica, que realizaron operaciones de ataque aire-superficie, con 3.000 horas de vuelo y
más de 600 salidas durante seis meses.


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