viernes, 19 de septiembre de 2014

Zafarrancho de combate

Morenés ha anunciado el despliegue de misiles Patriot entre Turquía y Siria; una fragata en el Mar Negro, un batallón mecanizado y el cuartel general de Bétera para la crisis de Ucrania, y cuatro Eurofighter para patrullar los países bálticos. El Gobierno ofrece a la OTAN un volumen de capacidades militares desconocido en 33 años

Carlos Penedo. Artículo publicado originalmente en Estrella Digital.
Sistema de misiles Patriot como los instalados
actualmente en Turquía (Foto: cortesía de la OTAN).
Blindados, misiles Patriot con un destacamento de 130 militares, una fragata, un cuartel general, cuatro cazabombarderos Eurofighter... todo el catálogo bélico que Morenés expuso ayer en el Congreso se supone que lo llevaron Rajoy y el titular de Defensa a la cumbre de la OTAN en Gales de 4 y 5 de septiembre, aunque no se ha explicado hasta este momento. Su despliegue requeriría la autorización del Congreso según la Ley Orgánica de la Defensa Nacional de 2005.
En el peligroso mundo dibujado por el ministro de Defensa en el Parlamento aparecen tres zonas conflictivas: el Este de Europa, Oriente Próximo (Estado Islámico, amenaza que extiende a todo el Mediterráneo) y el Sahel. La apuesta de medios militares de Rajoy se centra en el primer escenario, está ausente del segundo (el fantasma de la invasión de Irak sigue pesando en el PP) y se quiere comprometer a la OTAN en el tercero.
A todo esto hay que añadir que España, la base naval de Rota, es un eslabón básico en el escudo antimisiles estadounidense. Ya hay destinados allí dos destructores y próximamente llegarán otros dos de US Navy. Una pata básica del escudo, basada en pleno Estrecho de Gibraltar; la otra se localiza en Polonia y Rumanía, a las puertas del vecino ruso.
La generosa oferta del Gobierno español a la OTAN puede tener dos objetivos más o menos confesados. El primero sería hacer méritos para implicar a la Alianza en el Sahel y el Golfo de Guinea, donde España quiere intervenir pero acompañada.
El segundo objetivo, no menor, es paliar la falta de presupuesto del Ministerio de Defensa, que se traduce en falta de adiestramiento y operatividad de las Fuerzas Armadas. Resulta paradójico pero la actividad de las Fuerzas Armadas en el exterior no cuesta un euro al presupuesto de Defensa, ya que se financian a través de un crédito ampliable del Ministerio de Hacienda. De este modo, una forma, quizá la única, de mantener la operatividad de los ejércitos es que salgan fuera.
España desplegará a partir de enero del próximo año en Turquía una batería antiaérea de misiles 'Patriot' como parte del dispositivo defensivo que la OTAN puso en marcha en 2013 para proteger a la población civil de este país ante posibles ataques provenientes de la frontera sur, donde se encuentran Irak y Siria.
Según ha explicado el ministro de Defensa, Pedro Morenés, durante su comparecencia en la Comisión de Defensa del Congreso, en el marco de las operaciones temporales que mantiene desplegada la OTAN, España tomará el relevo de Países Bajos en este dispositivo en Turquía enviando unidades similares a las que mantienen otros países como Alemania y Estados Unidos.
Así, España contribuirá a partir de enero de 2015 con baterías antiaéreas de misiles defensivos 'Patriot' así como un contingente de 130 militares con el objetivo de proteger a la población civil turca "de un posible ataque aéreo o con misiles balísticos ante las amenazas provenientes de su frontera sur".
Esta contribución forma parte de las operaciones temporales que tiene puestas en marcha la Alianza Atlántica, por lo que no tiene nada que ver con la ofensiva que está preparando la coalición internacional liderada por Estados Unidos para luchar contra el grupo yihadista Estado Islámico, que precisamente actúa en Irak y Siria.
En esta coalición, la participación de España, ha explicado el ministro, podrá abarcar desde labores de transporte y cesión de bases hasta asesoramiento y formación de efectivos y envíos de material letal y no letal al Gobierno de Irak.
El aparente segundo plano que el Gobierno tiene en la movilización internacional contra el grupo terrorista Estado Islámico ha sido la principal crítica del portavoz del Grupo Socialista, Diego López Garrido. Recordó el diputado que España no participó en la reunión celebrada en los márgenes de la cumbre de la OTAN de principios de mes, y ha tenido un papel subordinado en la cumbre del pasado lunes en París que reunió a 30 países. Para López Garrido, esta actitud refleja "la pérdida de peso político de España a nivel internacional".
El ministro de Defensa respondió que todavía se tienen que definir las "necesidades, responsabilidades o aportaciones" de cada país y, de hecho, ha subrayado que Defensa está participando en el "proceso de planteamiento de operaciones" en el Mando Central de Estados Unidos ubicado en la ciudad de Tampa (Florida), donde trabajan un general y siete oficiales españoles.

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