domingo, 28 de agosto de 2016

Burkinis y otras zarandajas

Columna de opinión publicada también en Estrella Digital.
He escudriñado este mes de agosto la Costa del Sol al encuentro de algún burkini con el que escandalizarme, sin éxito.
Eso sí, he visto italianos con la cabeza afeitada, franceses gritones (la lengua de Camus a voces sigue siendo más elegante que el resto), ingleses con guirnaldas al cuello, gays con bañador turbo y muchos marroquíes con un mínimo 1% de velos en las cabezas, ensalada de nacionalidades que utilizan para remojarse en el Mediterráneo lo que el gusto y cartera les permiten y nada muy diferente a lo que lleva un español nacionalista de derechas.
El fundamentalismo laico, religión oficial en Francia, ha puesto de moda en la prensa este verano la aparición del burkini, y en territorio patrio ha sido visto uno en Gerona.
No es casualidad la obsesión interesada del nacionalismo con vestidos raros, el independentismo catalán o el corso y el cardamomo son casi seguro incompatibles.
La mini polémica francesa leemos que ha provocado que algunos ayuntamientos de la Costa Azul hayan prohibido la prenda en la playa, espacio público.
Tras los atentados de París en enero de 2015 (Charlie Hebdo y supermercado kósher), Nicolás Sarkozi declaró su oposición radical a quienes en su opinión quieren imponernos su forma de vestir (!).
Este agosto el primer ministro Manuel Vals ha señalado que este bañador exagerado, que cubre del tobillo al cuello y las muñecas, no es compatible con los valores de la República francesa, extraños valores los que impiden bañarse en la playa como te dé le gana, especialmente con exceso de ropa. Asusta pensar que los gendarmes se dediquen en breve a arrancarles el hábito y velo a las monjas católicas por la calle.
La inventora del burkini (centro), una emigrante libanesa
en Australia, junto con dos modelos.
El culebrón veraniego recuerda que una treintena de municipios catalanes prohibieron hace pocos años el burka, alcanzando el récord de que las prohibiciones superaron el número de burkas.
A la misma familia del disparate se puede incorporar que en EEUU nada menos que 16 estados han prohibido la sharía, la ley islámica que no existe como texto único, sino interpretaciones legales variopintas, y con pocas posibilidades de marcar las decisiones judiciales de Oklahoma.
Dos imágenes han marcado el verano, la del burkini y la segunda procede de los Juegos Olímpicos de Brasil con dos jugadoras de voley playa, una de Egipto bastante tapada y otra alemana enseñando el culo como es habitual en esta disciplina olímpica.
Comprobamos una vez más que se juzga el comportamiento y el vestuario de cualquier ciudadano occidental como una decisión personal, mientras que cada musulmán estrambótico representa a los 1.500 millones de correligionarios.
Lo más extraño visto este verano en las playas malagueñas ha sido un ejemplar autóctono que llevaba una camiseta roja con la leyenda "Yo soy español, español, español", sin duda patrocinada por una marca de cerveza de aquellos tiempos pasados en los que la selección nacional de fútbol ganaba campeonatos internacionales.
El capitalismo textil es sensible a estas aficiones nacionalistas o de inspiración religiosa y, porque ve negocio, más permisivo que los alcaldes y concejales de territorios con banderas relucientes.
Burkinis se pueden encontrar en internet, entre 25 y 100 euros, no parece que muy accesibles para el común de las mozas musulmanas, lo que abona la impresión de que quien viste estas prendas lo hace por decisión no impuesta por varón cercano.
Cuatro policías franceses desvisten a una mujer
musulmana en una playa de Niza.
Mango, marca de moda erróneamente identificada como española, sacaba este mes de junio una línea Ramadán, con túnicas holgadas de muy bien ver.
Marroquíes si hay muchos en nuestras costas, turistas que comen en chiringuitos sardinas y pescado frito como el resto remojados en tercios de Heineken-Cruzcampo y jarras de sangría.
Una niña de ocho años marroquí me preguntó en árabe en una playa de Torremolinos dónde habíamos comprado "Barbe a papa". Entre islamofobia, yihadismo, burkinis, investidura, Juegos Olímpicos, tardé diez minutos en caer que se refería al minicubo rosa de mi hija con algodón de azúcar.
Entre un bañador en la playa y un Estado asustado legislando y buscando votos con el miedo que el lector elija dónde situar el foco.

Sugerencias


jueves, 18 de agosto de 2016

El péndulo engañoso

Columna de opinión publicada también en Estrella Digital.
Tiene un poder de atracción hipnótico y misterioso sólo comparable a la contemplación del desfragmentador de Windows, y similar efecto práctico: desconocido.
En el segundo caso, con esas miles de celdas que van cambiando de posición y color, aprendimos al menos que la información en el ordenador está troceada y dispersa y que a veces conviene agruparla, aunque el funcionamiento aparente siga siendo el mismo.
Va y viene la bola del péndulo en un movimiento que parece eterno, pum, pum, hacia un lado, hacia el otro, con una insistencia que parece que tiene razón.
El botafumeiro que acompaña al apostol Santiago es un péndulo que además acaba con los malos olores, o los tapa con otro, un péndulo oloroso.
DRAE: "Cuerpo grave que oscila suspendido de un punto por un hilo o varilla"; en la definición cabemos todos, todos oscilantes y pendientes de algo o de alguien.
La utilidad del péndulo seguro que existe aunque la desconozcamos, su movimiento cansino está claro y se utiliza de forma metafórica para explicar, por ejemplo, fenómenos políticos, bandazos sociales.
Leemos en estos tiempos temerosos que la seguridad y la libertad son incompatibles, no hay punto de equilibrio, lo que avanza una retrocede la otra, y ahí aparece la imagen del péndulo para explicarnos que la sociedad ha progresado durante décadas en libertades a costa de una supuesta seguridad y ahora tocaría reducir libertades para defendernos de no está muy claro qué.
No está claro porque problemas sociales se interpretan hoy exclusivamente en clave de seguridad, léase la inmigración o los refugiados, y una posible explicación que se suma a la mínima conciencia social de algunos gobernantes es que la seguridad es el corazón simbólico y real del poder estatal, que tiende a sobreactuar.
Mientras la política económica se decide bastante en Bruselas y las políticas sociales son competencia de las Comunidades Autónomas, el Gobierno central aparece cada vez más uniformado, y parece a gusto en el papel de recaudador y alguacil.
¿Seguridad pasada? Comparten los analistas que la sociedad actual se define por la imprevisión, el cambio permanente, el riesgo, el individualismo, y si todas estas son características del entorno donde nos movemos implícitamente puede parecer que el estadio anterior era seguro, estable y solidario: el de la guerra fría en términos geopolíticos, con el ingente volumen de recursos que se tragó, las guerras por delegación, la amenaza nuclear; en el ámbito laboral podemos pensar en la seguridad pasada, que era sobre todo trabajo infantil, jornada no regulada, ausencia de derechos, salarios de miseria, pluriempleo, trabajo esclavo hasta hace dos tardes; seguridad personal, recuerdan algunos, con la familia como gran pegamento social, olvidando el tipo de relaciones familiares digamos de hace un siglo o de medio.
La imagen del péndulo lleva a creer que todo es reversible y a la misma velocidad, y ahí está el error.
El incremento de la desigualdad, el aumento del paro, la reducción de derechos laborales, la devaluación salarial, los recortes en Sanidad y Educación vividos mayoritariamente desde las elecciones de noviembre de 2011 no tendrán un movimiento contrario y compensador en los próximos años ni aunque acompañara la bonanza económica ni aunque gobernara España un partido político con un programa radicalmente opuesto al del Partido Popular.
Lo perdido en términos de Estado social en cinco años no se recuperará en uno ni en cinco. Digamos que el dinamitero y el albañil trabajan con voluntad y ritmos diferentes.
La violencia colonial sólo podía ser combatida con la violencia del nativo, se defendía a mediados del siglo XX, con parte de razón que permanece y parte superada por los acontecimientos que no sé cuál es pero lo escribo por precaución.
"El péndulo del reloj acuna las horas", escribió Ramón Gómez de la Serna. Dejemos el péndulo para la radiestesia, el Día del Apostol y el estómago del reloj de pared.
Hay que estar alerta en el movimiento de ida, el de vuelta no sabemos cuándo ni incluso si se producirá.


jueves, 11 de agosto de 2016

El argumento me importa

Columna de opinión publicada también en Estrella Digital.
La cultura es importante (imagen tomada en la
exposición permanente de la Fundación
Antonio Pérez en San Clemente, Cuenca).
Cabalga ya al galope en textos y escritos, informes, análisis, una expresión tomada literalmente del inglés que pretende destacar la importancia de un asunto y que el carácter sintético anglosajón logra decirlo en dos palabras. La moda parece tener unos tres años.
"La Defensa importa", nos dicen la Unión Europea y la OTAN; "la desigualdad importa", afirma un reciente informe del BBVA; "Las vidas de los negros importan", afirman los  negros de EEUU. Pero ¿a quién le importa? Y ¿quién y cómo lo dice?
Lo que ocurre es que el español necesita a alguien, apuntar a quién le importa todo esto -además de quien lanza el mensaje-, la defensa, la desigualdad y el racismo. Habría que traducirlo como que "la desigualdad es importante", se entiende que para todo el mundo, en este caso el resultado es un tanto genérico, o bien "la Defensa te debería interesar"; y dar argumentos.
"European Defence Matters", la Defensa europea importa, dice la UE, e incluso da ese nombre a la revista de la Agencia Europea de Defensa; "Defence matters", repite la Alianza y tiene hasta una página web con la expresión, demostrando ambos la unidad de acción entre la UE y la OTAN a la espera de la autonomía estratégica prometida por la ministra continental de Exteriores y Seguridad llamada Federica Mogherini.
El Servicio de Estudios del BBVA nos ilustraba este mes de julio con un informe, muy estilo power point, titulado "La desigualdad en España: evolución, causas y políticas", con afirmaciones tremendas como que "el aumento de la desigualdad durante la crisis se debe a la caída de los ingresos del 40% de la población con menos renta", nos dice que "el desempleo explica un 80% de la desigualdad en España" (ahí tenemos 4.574.700 explicaciones vivitas y coleando y aún paradas según la EPA del segundo trimestre de 2016), afirma el BBVA que la desigualdad es un lastre para el crecimiento económico a largo plazo, interesante informe con sólo una pega, que utiliza el mantra de "la desigualdad importa".
Tercer ejemplo, "Black Lives Matter", las vidas de los negros importan, sobre todo a los negros de EEUU, que quieren extender el interés al resto de la sociedad.
Ese movimiento se muestra especialmente activo con motivo de las periódicos casos de abusos policiales con tintes racistas. Algún estudio se ha publicado -con cierto aire exculpatorio- en el sentido de que los ciudadanos muertos a balazos por la policía sin motivo en EEUU son de todos los colores, si bien los abusos policiales exceptuando el asesinato sí se ceban especialmente con los norteamericanos de color oscuro. En cualquier caso, existen excesos policiales y existen muchas víctimas negras.
¿A quién le importa? ¿Quién lo dice? ¿Cómo lo argumenta?
En mucho casos quien lanza el mensaje se sitúa en una posición de superioridad, simula estar en posesión de la verdad y en cierta forma abronca al ciudadano medio que vive en la ignorancia de la relevancia del asunto que tanto le afecta y desconoce.
Sería aconsejable mejorar la traducción al castellano de los lemas tomados del inglés y afinar los argumentos.
La traducción al español del sentido inglés de la expresión no cabe en dos palabras, sería algo así como "este asunto es importante y te debería interesar al máximo a partir de los argumentos que te ofrecemos para que vayas tomando conciencia".
Y que el ciudadano decida si un grillo puede pesar medio kilo más que otro.
Las lagartijas me importan; se comen los 
mosquitos, y son estéticas, parecen de goma.

Sugerencias


lunes, 1 de agosto de 2016

Dios aterriza en Getafe

Columna de opinión publicada también en Estrella Digital.
Se acumulan los testimonios de vecinos de Villaverde Alto y otros lugares del sureste de la Comunidad de Madrid que han contado en las últimas semanas a la Policía local haber visto volar lentamente por el cielo del término municipal un ser monstruoso y deforme, algo así como un Airbus 300 al que se le hubiera añadido encima de la cabina un compartimento de unos siete metros de diámetro y 35 de largo.
Sea lo que sea el resultado se parece a una ballena beluga y debe tener alguna relación con la fábrica de Airbus en Getafe, a donde llegan componentes de media Europa (seguro que también del Reino Unido, otro cabo suelto del Brexit) para los aviones de transporte que allí se montan y elaboran en parte.
Pero no ha sido lo más extraño que ha volado y aterrizado en la Cuna de la Aviación Española.
En el año dos de la República segunda existe la crónica novelizada de la llegada nada menos que del Supremo Hacedor.
En relato que dejó escrito Enrique Jardiel Poncela, en aquel 1932 Dios se apareció al Papa para anunciarle su voluntad de visitar físicamente la Tierra en forma humana, noticia recibida por una sonora carcajada internacional. El anuncio sólo fue tomado en serio por cinco personas, cuenta Jardiel: tres pastores protestantes de Illinois, un vendedor de plátanos cubano y un budista.
Dios se volvió a manifestar entre dos grandes llamaradas que chamuscaron los tapices del Vaticano, derrumbó la torre de Pisa y la volvió a reconstruir 24 horas después, aunque sin inclinación, y ahí ya todos le creyeron
Finalmente Dios se apareció nada menos que en el Cerro de los Ángeles vestido con traje oscuro y un sombrero color café.
"Nada de título", respondía Dios cuando se dirigen a él como Divina Majestad, "señor y de tú, como en el Padrenuestro".
En la novela Dios bosteza, contempla indiferente cómo el ejército y la policía le abren paso entre las multitudes nerviosas a golpe de ametralladora con un balance de más de 14.000 muertos; entre las bajas figuran también suicidas fanáticos a su paso "que, ansiosos por ofrecer algo al Altísimo y no teniendo qué ofrecerle, le ofrecían la existencia"; se fuma un cigarro "por no despreciar"; y es entrevistado: toda la prensa acordó un cuestionario único en reunión celebrada en la sede de ABC.
¿Qué opinión tiene del Diablo Vuestra Divina Majestad?
"Es un caso de obcecación. Está completamente loco. Lo he dejado ya por imposible".
¿Cuál es, según el Divino criterio de Vuestra Majestad, la forma ideal de gobierno para los Estados de la Tierra?
"La forma ideal de gobierno en los Estados de la Tierra son las dictaduras. Para gobernar no hay más que un camino: que un solo hombre inteligente cree al mismo tiempo una ley justa y una pena terrible. Y, transgredida la ley, aplique la pena sin apelación, sin indulto y por la eternidad".
Se sucedieron los actos, recepciones y visitas. De El Escorial dijo: "Creí que era más grande"; Toledo no le gustó, "demasiadas cuestas y demasiados cadetes". Lo deportivo le entretenía más, como las carreras de sindicalistas perseguidos por guardias; los galgos del canódromo; y los actos religiosos le aburrían soberanamente. En el circo fue donde más se divirtió.
Pasando los días la curiosidad hacia el ilustre visitante se fue extinguiendo. No gustaron las opiniones políticas de Dios ni sus bostezos en actos religiosos. "El Hombre, al pasar de lo desconocido a lo conocido, se había desilusionado una vez más", escribe Jardiel. Finalmente el Altísimo emprende viaje de vuelta tras 27 días en la Tierra entre el desinterés general.
Siempre se agradecen aportaciones que desengrasen los momentos de tensión político-religiosa, la traducción actual podría ser El Jueves y Orgullo y Satisfacción, cómic satírico, parientes de Charlie Hebdo.
Abundan en el cine y fuera del cine en los últimos lustros las referencias a la batalla de Armagedón, la más terrible de todos los tiempos, en la que los ejércitos celestiales se enfrentarán a los descreídos y acabará con la segunda venida de Cristo a la Tierra.
Fines de la historia, fines de la humanidad, catastrofismo, derrotismo, armagedón, apocalipsis.
Los musulmanes radicales violentos (en el mundo hebreo esta especie se resume con la palabra "ultraortodoxo", 10% de la población de Israel) también hablan de Dabiq, el lugar, suelo sirio, donde tendrá lugar la batalla del fin de los tiempos. Una de las revistas del Estado Islámico, de amplia difusión entre especialistas en seguridad, ha tomado ese nombre.
Existen indicios recientes que alguno podría interpretar como señales divinas. Ha llovido barro sobre Madrid en julio; en plenas negociaciones para desbloquear la investidura dicen haber visto a Mariano Rajoy ocioso por Sanjenjo; militares franceses han aparecido muertos en Libia, país donde no están desplegados. Indicios extraños pero no concluyentes.
Las artes, las ciencias y las civilizaciones decoran
el salón de actos del Ateneo de Madrid.
Da la impresión de que antes los dioses se dirigían a los humanos más frecuentemente que ahora, incluso enviaban algún intermediario a las principales batallas, mientras que en estos momentos son algunos sujetos los que toman la decisión de emprender un viaje exprés al paraíso. La iniciativa ha cambiado de bando.
Hace 43 días escuché en una especie de mitin político muy parecido a una misa que la vida quizá no tenga sentido en sí misma, salvo que se lo demos; es decir, que tenemos capacidad de darle algún sentido a la vida; y ahí es poco probable que Dios se vuelva a aparecer por las inmediaciones de Perales del Río para ayudar y esto de los atajos explosivos en una hamburguesería no parece una salida generalizable ni saludable.
El fin del mundo estaba anunciado para este 29 de julio, según un canal de Youtube llamado "End Times Prophecy", subsección "Armageddon News". Cuenta que se va a invertir el polo magnético de la Tierra, lo que no se acaba de entender, provocando grandes terremotos; y que la luna se volverá roja, que esto sí asusta; cuatro millones y medio de reproducciones.
Si está leyendo este texto es que aún le quedan algunos minutos al día o que la predicción ha fallado.
Jardiel Poncela necesitaría hoy guardaespaldas.