martes, 28 de marzo de 2017

Los futuros de Europa

Columna de opinión publicada también en Estrella Digital.
Europa está de cumpleaños y se replantea su futuro, aparentemente.
Ilustración de Nardi en 
http://www.cartooningforpeace.org/en/
Sumamos 508 millones de personas y 28 países, contando con el Reino Unido; sorprende la rapidez con que toda Europa tras el referéndum del Brexit ha pasado a nombrar ya 27 y sin embargo no ha descontado 64 millones de británicos a la Unión. Se aconseja desde esta columna paciencia sobre el proceso de desconexión británica y no dar por seguro el resultado final hasta ver en el informativo la instalación de la garita policial, el control de pasaportes y la barra fronteriza en el campo de Gibraltar. Douane, customs, zoll, aduana.
Seis décadas se cumplen desde el arranque de la construcción política de Europa tras la segunda guerra mundial. En realidad se conmemora la firma en marzo de 1957 de los Tratados de Roma, por Alemania (entonces Occidental o Federal), Bélgica, Francia, Italia, Luxemburgo y los Países Bajos.
De seis países a 28, tomando Bélgica como uno y Alemania como otro, no como el medio que firmó el certificado europeo de nacimiento. Este crecimiento numérico sintetiza el éxito del proyecto político de Europa, su expansión permanente, hasta hoy; y explica también muchas de sus dificultades.
Los tratados fueron tres y crearon la Comunidad Económica Europea, algo sobre energía atómica y se incluía el carbón ya acordado seis años antes. Desde Maastricht 1992 hablamos de Unión Europea.
Con motivo de este 60 aniversario la Comisión Europea ha elaborado un documento de prospectiva, ejercicios siempre bienvenidos, siempre interesante: "Libro blanco sobre el futuro de Europa. Reflexiones y escenarios para la Europa de los Veintisiete en 2025".
Lo primero que hay que aclarar es quién hace el documento. La Comisión es el Gobierno de la Administración europea y las políticas comunes, que comparte el mando con los Estados miembros y en menor medida con el Parlamento; junto con otras instituciones como el Banco Central Europeo, que va por libre, el Tribunal Superior de Justicia y otras cosas menores que forman en conjunto la UE.
Con apariencia de falsa objetividad, falsa porque la Comisión es parte del mando y del proceso, plantea cinco escenarios sobre cómo podría evolucionar Europa de aquí a 2025 dependiendo del camino que decida tomar.
Escenario 1: Seguir igual. Uff.
Escenario 2: Solo el mercado único. La UE de los 27 se centra gradualmente en el mercado único al no alcanzar acuerdos los Estados miembros en un número creciente de ámbitos.
Escenario 3: Los que desean hacer más, hacen más. La UE de los 27 sigue funcionando como en la actualidad, pero permite a los Estados miembros que lo deseen una mayor colaboración en ámbitos específicos, como la defensa, la seguridad interior o los asuntos sociales. Surgen una o varias 'coaliciones de voluntades' (esta expresión recuerda a las guerras de Bush junior). Los tiros parece que van por aquí.
Escenario 4: Hacer menos pero de forma más eficiente. La UE de los 27 centra su atención en aumentar y acelerar los logros en los ámbitos de actuación prioritarios que ha elegido, mientras que interviene menos en los que se percibe que no aporta valor añadido. Centra su atención y sus recursos limitados en un número reducido de ámbitos políticos.
La higuera tiene algunos brotes verdes. ¿Se perderán con las heladas?
¿No le hace falta una poda? ¿Se puede podar en primavera?
Escenario 5: Hacer mucho más conjuntamente. Los Estados miembros deciden compartir más competencias, recursos y tomas de decisiones en todos los ámbitos. Las decisiones se adoptan con mayor rapidez a nivel europeo y se aplican con celeridad.
Hay que agradecer que se mencionen aunque dispersas las debilidades, qué ha fallado o a qué se teme: aparecen aquí y allá que "para demasiada gente la UE no estuvo a la altura de sus expectativas al enfrentarse a la peor crisis financiera, económica y social de su historia", cierto.
Se critica la práctica de echar la culpa a Bruselas de los problemas y atribuirse el mérito de los logros en el país respectivo.

"La confianza de los ciudadanos en la UE ha disminuido", reconocen.
"Cerrar la brecha existente entre las promesas y su cumplimiento es un reto constante", que se debe en parte a que "la UE no tiene una arquitectura fácil de entender"; nada se apunta como solución.
"Existe un desfase entre las expectativas y la capacidad de la UE de colmarlas", se reitera.
Todo el que pone algo por escrito arriesga y se expone a la crítica, el documento tiene olvidos y lagunas, agujeros negros que son interpretables independientemente de la voluntad o no de los redactores.
Aquí apunto dos. Por una parte, poco se escribe sobre la Europa social, una clamorosa ausencia cuando es apuntada como obligada salida de una Europa que se ha distanciado del ciudadano cuando peor lo estaba pasando. Habla mucho el documento de comercio, de euro, de unión económica y monetaria, de inmigración y fronteras, nada de empleo, de protección social, de ciudadanía, de derechos, de corrección de desigualdad entre personas o territorios.
La segunda objeción al documento de la Comisión Europea apunta hacia la política exterior y de seguridad: "La OTAN seguirá aportando seguridad militar a la mayoría de los países de la UE, pero Europa no puede ser ingenua y debe velar por su propia seguridad. Ser un 'poder blando' ya no es suficiente cuando la fuerza puede prevalecer sobre la ley", afirma el documento como verdad revelada, no como escenario.
Curiosamente en los cinco futuros imaginados la Comisión Europea incluye que se refuerza la cooperación o el trabajo conjunto en seguridad y defensa (salvo en la reducción al mercado único), algo poco probable a pesar de los anuncios recientes, que probablemente se queden en algún avance en competencia empresarial e incluir el sector de la seguridad en las ayudas de I+D, método ya clásico para financiar programas de armamento. Si hay menos Europa no habrá seguridad y defensa compartida, y si la cosa sigue más o menos igual pues poco se avanzará en un asunto directamente ligado a la soberanía nacional.
Ilustración de Cristina en 
http://www.cartooningforpeace.org/en/
El reciente documento de la Comisión Europea ignora además su propia "estrategia global para la política exterior y de seguridad", que con el título de "Una visión común, una actuación conjunta: una Europa más fuerte", presentó en julio de 2016 la responsable de exteriores y también vicepresidenta de la Comisión Federica Mogherini. Se apunta en ese documento hacia una autonomía estratégica de Europa, un enfoque global de los conflictos, plantea "reforzar nuestra seguridad y defensa en plena conformidad con los derechos humanos y el Estado de derecho". Frente a las guerras preventivas, "diplomacia preventiva", y aparece varias veces en el texto mencionado el acuerdo nuclear con Irán como un ejemplo práctico.
Por tanto, el presidente Juncker no se habla mucho con la vicepresidenta Mogherini.
Un diagnóstico de la actualidad comunitaria podría ser que se ha impuesto la resolución bilateral de los asuntos, la renacionalización de las políticas y el protagonismo exclusivo de la Europa financiera y monetaria.
La Comisión Europea reconoce que los cinco escenarios no son excluyentes, que es engañoso reducir el debate a una elección entre más o menos Europa, aunque así lo presenta para incentivar el debate.
El futuro será una combinación de elementos y dependerá de la iniciativa política por un proyecto común cuando Reino Unido está en el camino de salida y Francia, Alemania e Italia tienen elecciones pendientes que centrarán su foco en asuntos internos.
"Durante generaciones, Europa siempre ha sido el futuro", escribe la Comisión Europea. Que siga siendo así dependerá de la propia Comisión y de los 28 Estados que forman la UE.
La realidad es que las instituciones comunitarias están hoy pilotadas por políticos e ideología de clara orientación liberal-conservadora, que alguna responsabilidad tendrán en la salud del enfermo.
Al ciudadano le toca votar cuando le consultan para cambiar o no la relación de fuerzas y presionar en lo que pueda.

Sugerencias



martes, 21 de marzo de 2017

La trama de Podemos

Columna de opinión publicada también en Estrella Digital.
La formación política liderada por Pablo Iglesias ha puesto en circulación un nuevo concepto político: la trama.
Escuchando a Irene Montero, la recientemente nombrada portavoz parlamentaria, en una entrevista radiofónica de quince minutos lo menciona media docena de veces, lo que indica la unidad de acción y concentración del tiro que caracteriza a Podemos en comunicación.
La trama vendría a sustituir a la casta que tanto circuló y que ha perdido gas a causa del éxito electoral de la formación y su entrada en los parlamentos nacional y autonómicos y en el Gobierno de los principales ayuntamientos del país, ya han pasado a formar parte de esa supuesta minoría política privilegiada que actúa al margen de los intereses del ciudadano.
Por tanto, toca introducir un nuevo marco conceptual, siguiendo a Lakoff y su elefante.
La novedad del concepto es relativa aunque su contenido sea acertado. El sociólogo albaceteño Manuel Castells ya dedicó 679 páginas hace una década para este tema en compañía de otros (Comunicación y poder).
La difusión del término ha coincidido con la votación en el Congreso para endurecer o no las incompatibilidades de los señores diputados, la autorización para que se dediquen a lo que han sido elegidos. Sorprendentemente el PSOE se ha quedado solo defendiéndolo, con Podemos y PP a favor de dobles sueldos o actividades.
Lo de la trama tendrá varios padres, aunque es un hecho que el responsable del discurso de Podemos, Jorge Moruno, cercano a Íñigo Errejón, ha sido prejubilado mientras resurge Manuel Monereo, cercano a Iglesias, procedente de IU y el PCE.
Monereo ya firmaba en noviembre de 2015 un artículo sobre la trama de marras: "La clave siempre de un discurso político es la definición clara y precisa del enemigo. No hay política sin enemigo", escribía. Los enemigos están identificados, son las clases dominantes, los que explotan al resto, ahora bien, esto hay que conseguir trasladarlo a "las clases subalternas".
Así trasladaba Monereo el mensaje: "Sería bueno, no será fácil, popularizar el término trama, la trama. Con esto (en Bolivia se habló antes de 1952 de la rosca) se quiere señalar que existe un mecanismo único que organiza una matriz de poder (para hablar con rigor) entre el capitalismo monopolista-financiero, los poderes mediáticos y una clase bipartidista corrupta y dependiente del capital"; un poco oscuro el asunto, difícil de entender para alguien perteneciente a la clase subalterna e incluso para la casta periodística.
Algo más claro: "El Estado español ha sido forjado por una oligarquía política, económica y social especialmente cerrada, marginando a la inmensa mayoría de la población y aplastando invariablemente cualquier expresión política orientada a la consecución de los derechos democráticos y nacionales".
Ya está explicado, definición del enemigo y todo sintetizado en la trama.
Un problema que surge es que el término tiene hasta un triple significado. Por una parte, trama es la red de oligarcas entrelazados, que se manifiesta por ejemplo con De Guindos pasando de responsable nacional de Lehman Brothers a ministro de Economía y en el futuro a Europa o la empresa privada; Agustín Conde de diputado a consejero de Red Eléctrica (cien mil euros en siete meses) y ahora de secretario de Estado de Defensa; De Arístegui de portavoz de Exteriores del PP, con sobresueldo de empresas, sospechas de soborno a empleados públicos, negocios norteafricanos siendo diputado, a embajador luego en la India.
La trama existe, lo que no implica que sean 12 personas que se reúnen en un zulo en la Casa de Campo con entrada por un árbol hueco.
Pero el término tiene un segundo significado, una urdimbre de hilos cruzados, que en el caso de Podemos parece hoy menos densa que hace un par de meses.
Trama es también argumento, el enredo de una obra dramática o novelesca, y ahí no se encuentra gran cosa, el contenido político en forma de propuestas que Podemos plantea para desmantelarla.
Existen las redes de poder y siempre es sano denunciar conexiones delictivas; hasta señalarlas con el dedo.
Lo más complicado en el discurso político es su equilibrio con el contenido, a menudo parece que van cada uno por su cuenta, comunicación sin contenidos y contenidos sin comunicación. Lo difícil es ponerlos de acuerdo.
"Amar la trama más que el desenlace", cantaba Jorge Drexler.

Sugerencias




sábado, 18 de marzo de 2017

Excesos de la lucha antiterrorista

La lucha antiterrorista amenaza en media Europa con saltar los límites de derechos fundamentales del ciudadano, entre ellos lo relacionado con la libertad de expresión y las redes sociales. Organismos internacionales y ONG alertan sobre un fenómeno acrecentado en los últimos dos años de obsesión antiterrorista que restringe derechos en nombre de la seguridad.
El 5 de febrero de 2016 la policía española detuvo en Madrid a dos actores de una compañía de títeres acusados de enaltecimiento del terrorismo e incitación al odio, permanecieron cinco días encarcelados -prisión provisional sin fianza- y fueron incluidos en un fichero de presos peligrosos con el régimen penitenciario más severo. En su liberación se les retuvo el pasaporte y se les obligó a comparecencias diarias ante el juez.
La obra causante de la detención, representada en tiempos de carnaval ante un público infantil, tenía un argumento de crítica social contra los cuatro poderes que supuestamente rigen la sociedad española: la propiedad, la institución religiosa -un guiñol vestido de monja-, las fuerzas de seguridad -un muñeco con uniforme de policía- y el poder judicial -marioneta con toga de juez-. En un pasaje de la obra, representada en esperanto y latín, un guiñol portaba una pancarta –una falsa prueba fabricada por el guiñol policía- con la leyenda "Gora Alka-ETA".
El recorrido judicial del caso ha tenido dos paradas: la Audiencia Nacional dictaminó el 28 de junio de 2016 el sobreseimiento provisional y archivo de la causa por el delito de enaltecimiento o justificación de los delitos de terrorismo, aunque derivó hacia otro juzgado por si existiera otro delito de discurso de odio. Finalmente el 5 de enero de 2017 el Juzgado de Instrucción número 46 de Madrid archivó definitivamente el asunto.
La difusión pública de este segundo archivo ha coincidido con un informe de Amnistía Internacional en el que analiza, desde la perspectiva de los derechos humanos, las medidas antiterroristas adoptadas en 14 estados miembros de la Unión Europea. La ONG incluye este caso de los titiriteros al tratar de España.
El informe, Peligrosamente desproporcionado: La expansión continua del estado de seguridad nacional en Europa (enlace al original en inglés), revela -según sus autores- la manera en que el diluvio de leyes y reformas aprobadas a una velocidad de vértigo está minando libertades fundamentales y desmantelando salvaguardias de derechos humanos. "Una serie de nuevas leyes de amplio alcance están conduciendo a Europa a un profundo y peligroso estado de 'securización", afirma Amnistía.
“Tras una serie de atroces atentados, desde París hasta Berlín, los gobiernos se han apresurado a promulgar toda una serie de leyes desproporcionadas y discriminatorias”, manifestó en su presentación John Dalhuisen, director de Amnistía Internacional para Europa.
En su opinión, “tomadas de una en una, estas medidas antiterroristas individuales resultan suficientemente preocupantes, pero si se miran todas juntas emerge una inquietante imagen en la que poderes sin control pisotean libertades que se daban por sentadas desde hace mucho tiempo”.
El informe repasa cómo en varios países se han propuesto o adoptado medidas antiterroristas que han erosionado el Estado de derecho, han aumentado el poder del Ejecutivo, han eliminado controles judiciales, han restringido la libertad de expresión y han expuesto a toda la población a una vigilancia gubernamental sin control.

Leyes de excepción y medidas similares

En varios países, según AI, las reformas constitucionales o la legislación harán que sea más fácil declarar un estado formal de excepción u otorgar poderes especiales a los servicios de seguridad e inteligencia, a menudo sin apenas supervisión judicial, o sin supervisión en absoluto.
En Francia, desde los atentados de noviembre de 2015, se ha renovado cinco veces el estado de excepción, con lo que se ha normalizado una serie de medidas intrusivas como, por ejemplo, el poder para prohibir manifestaciones y llevar a cabo registros sin orden judicial.
El informe de Amnistía Internacional asegura que se han concedido o ampliado poderes de vigilancia masiva en Reino Unido, Francia, Alemania, Polonia, Hungría, Austria, Bélgica y Países Bajos, entre otros, y al hacerlo se ha permitido la interceptación masiva y el posible acceso a los datos de millones de personas.
La Ley Antiterrorista promulgada por Polonia en 2016 permite medidas de vigilancia encubierta contra personas de ciudadanía extranjera, como por ejemplo las escuchas telefónicas, el seguimiento de las comunicaciones electrónicas y la vigilancia de las redes y dispositivos de telecomunicaciones sin supervisión judicial de ningún tipo durante tres meses.

Delitos de opinión

"En un moderno giro del orwelliano 'delito de opinión', la gente puede ahora ser procesada por actos que tienen un vínculo sumamente tenue con una conducta delictiva real", señala el informe. Al centrar cada vez más las medidas antiterroristas en la prevención, los gobiernos han invertido en iniciativas “predelictivas” y han recurrido con una frecuencia cada vez mayor a órdenes de control administrativo para restringir la libertad de circulación y otros derechos, añaden.
Para Amnistía, el miedo a ser calificado de amenaza para la seguridad o de extremista ha tenido un efecto disuasorio que ha limitado la libertad de expresión.
En 2015 los tribunales franceses dictaron 385 condenas por “apología del terrorismo”, un tercio de ellas contra menores de edad. Las definiciones de qué constituye “apología” son sumamente amplias.
En España precisamente se endureció el Código Penal en marzo de 2015 especialmente en lo relativo al terrorismo y su enaltecimiento, reforma que se produjo meses después de otra modificación de la Ley del Poder Judicial que introdujo nuevos límites para que los jueces españoles puedan juzgar, bajo el principio de la justicia universal, crímenes de especial gravedad cometidos fuera de nuestras fronteras, cambio este segundo que ha dificultado la persecución transnacional del delito, como han reconocido fiscales y profesionales que participan en la lucha antiterrorista.

Naciones Unidas se pronuncia

El choque entre libertad de expresión y lucha antiterrorista sobrepasa con creces el ámbito de una ONG preocupada por los derechos humanos. Naciones Unidas ha señalado que la expresión pacífica de puntos de vista que son considerados extremos nunca debe ser penalizada a menos que esté asociada con la violencia, según defiende Ben Emmerson, relator especial de la ONU sobre la protección de los derechos humanos en la lucha contra el terrorismo.
Emmerson presentó en marzo de 2016 su informe anual al Consejo de Derechos Humanos en Ginebra en el que advierte que los gobiernos deben ser cuidadosos en su respuesta a la cuestión, ya que se trata de una zona ambigua en la que hay que diferenciar el discurso de una llamada directa a la violencia.
El experto señaló que existe ahora una nueva tendencia peligrosa de criminalizar la glorificación del terrorismo, por lo que llamó a prestar atención a la intención del interlocutor más allá de sus palabras.

Objetivo: redes sociales

Volviendo a España, la libertad de expresión es el ámbito que se ve más afectado por aparentes excesos en la aplicación de medidas antiterroristas aplicando una legislación crecientemente endurecida y curiosamente los dos asuntos más mediáticos, ambos reseñados por AI, afecta al mundo artístico, músicos y actores.
Junto con el caso de los titiriteros, y en contra de la posición final de la Justicia sobre ese asunto y de la opinión de Naciones Unidas, este enero de 2017 ha visto también cómo el Tribunal Supremo condenaba a un año de prisión al cantante del grupo Def con Dos, conocido como César Strawberry, por un delito de enaltecimiento del terrorismo o humillación de las víctimas por comentarios publicados en Twitter en 2013 y 2014 sobre el rey emérito Juan Carlos y sobre Luis Carrero Blanco, presidente del Gobierno asesinado por ETA en la etapa final de la dictadura de Francisco Franco.
Durante 2015, según la última Memoria de la Fiscalía, se incoaron en España 60 diligencias de investigación por delitos de enaltecimiento del terrorismo, 55 de ellas vinculadas con ETA, de las que 43 fueron archivadas por falta de autor o por no ser delictivos los hechos y ocho fueron judicializadas mediante denuncia o querella, confirmando el incremento de estos procedimientos sobre todo por comentarios publicados en las redes sociales y también el alto número de absoluciones.
Se da la circunstancia de que tanto las denuncias como las sentencias relacionadas con el enaltecimiento del terrorismo se han disparado en el último lustro en comparación con los años en los que la organización terrorista ETA asesinaba en España, grupo que en octubre de 2011 anunció el cese definitivo de su actividad armada.
Desde la asociación profesional española Jueces para la Democracia, su portavoz Ignacio González ha señalado que "la legislación antiterrorista, y concretamente el pacto alcanzado en 2015, desdibuja totalmente el delito de terrorismo, que se ha de caracterizar por elementos como el aspecto organizativo y la posesión de armas o explosivos".
Escribe Amnistía Internacional: “los dos últimos años han sido testigos de un profundo cambio de paradigma en Europa, un cambio de la idea de que el papel de los gobiernos es proporcionar seguridad para que las personas puedan disfrutar de sus derechos, a la idea de que los gobiernos deben restringir los derechos de las personas para proporcionarles seguridad”.

-----------------------------------------------------------------

Artículo publicado en el marco del proyecto de investigación Seguridad Global y Derechos Fundamentales.

Sugerencias


martes, 14 de marzo de 2017

Casa Árabe, diez años

Columna de opinión publicada también en Estrella Digital.
En tiempos de trincheras identitarias -izquierda auténtica, mujeres discriminadas, hombre blanco del medio oeste, soberbios corruptos pop, víctimas de cualquier terror, todos agraviados, todos ofendidos-, Casa Árabe ha sobrevivido diez años, edad que la mayoría de los linces no logra cumplir, normalmente atropellados antes por algún conductor con su identidad muy clara.
Una década ya de actividad desde sus sedes en Madrid (Escuelas Aguirre, edifico neomudéjar a la puerta del Retiro) y Córdoba. Se trata de un consorcio público pilotado por la Administración central (MAEC y AECID) con participación también de la Comunidad de Madrid y los ayuntamientos de Madrid y Córdoba.
"Donde se encuentran España y el mundo árabe", dicen de sí mismos, "un espacio de conocimiento mutuo y de reflexión compartida".
Ofrece clases de árabe moderno y dialectal, tiene una estupenda librería, restaurante, exposiciones, proyecta películas, celebra encuentros y conferencias, edita publicaciones (revista Awraq, casi anual; los primeros años se elaboraba un boletín de actualidad social, política y económica que la crisis fulminó); hasta organiza actividades infantiles.
El centro abre sus puertas en 2006, en tiempos de ZP de presidente y Moratinos de ministro de Exteriores, autores también con el mismo espíritu de aquella Alianza de Civilizaciones que tanto chiste provocó y tanta gracia hacía entre civiles y militares políticamente ultraconservadores. Ante la sorpresa de muchos, la Alianza se convirtió desde 2009 en una iniciativa de Naciones Unidas y viene recibiendo la atención imprescindible por parte del actual Gobierno del Partido Popular, que la ha utilizado sin complejos en su campaña para conseguir el asiento en el consejo de seguridad de la ONU (2015/2016) y mantiene su actividad sin crítica aparente; ni risas.
Casa Árabe ha tenido tres directores de perfil muy diferente, Gema Martín Muñoz (hasta 2012), arabista; Eduardo López Busquets (hasta 2015), diplomático, nombrado embajador de España en Irán; y el actual, Pedro Antonio Villena Pérez, también diplomático y que dejó su puesto en Teherán a su antecesor-sucesor.  Dos enfoques distintos, uno más sociopolítico y especializado, otro que pone más el acento en la diplomacia económica tan del gusto del actual Gobierno, y los dos deberían sumar.
Sin establecer comparaciones, Casa Árabe sería la versión española de iniciativas como el Institut du Monde Arabe de París o The Arab British Center de Londres, el primero con todo el poderío público francés y el segundo con todo el poderío privado británico.
En la misma época que Casa Árabe fueron creadas Casa África, con sede en Las Palmas de Gran Canaria; y Centro Sefarad-Israel, en la calle Mayor de Madrid.
La Red de Casas se inició en los comienzos de los 90 con Casa América (en el palacio de Linares en Madrid, Cibeles, cumple ahora 25 años), continuó con Casa Asia (Barcelona, 2001) y se ha culminado en 2013 con Casa Mediterráneo (Alicante).
Exteriores cuando se pone campanudo habla de "situar al ciudadano en el centro de la política exterior", de "una potente red de diplomacia pública del Gobierno de España orientada a la cooperación política y económica, al diálogo intercultural, al mutuo conocimiento y al fortalecimiento de los lazos entre sociedades civiles en los distintos ámbitos geográficos en los que actúan".
Se pretende establecer una red que favorece conexiones pero de modo distinto, complementario, a la tradicional diplomacia entre responsables estatales, creando una malla de relaciones y de intereses cruzados.
En realidad, la Red de Casas es un híbrido de diplomacias que combina actividades de carácter cultural, científico y económico, con un claro objetivo de llegar a la sociedad civil y sensibilizarla con marcos internacionales en los que el país tiene interés en estrechar lazos.
En época de crisis de mediadores (política, periodismo), de repliegue nacional y construcción de muros, la red ha sobrevivido hasta a los recortes de personal y presupuesto con la excusa de la crisis.
Este tipo de centros se podría decir que pertenecen a la categoría de gasto público que rinde más que el modesto presupuesto que consumen; como las latas de magro, siempre dan más satisfacciones que el precio que cuestan.
Su gran reto no parece otro distinto que sacar Latinoamérica, el mundo árabe, africano, mediterráneo, judío, asiático, de la torre de marfil del mundo académico, de la oscuridad donde se mueven los intereses económicos, de la cordialidad de las nóminas diplomáticas.
Larga vida a los linces y a los gatos en general.

Sugerencias


martes, 7 de marzo de 2017

El hombre aumentado

Columna de opinión publicada también en Estrella Digital.
Algún sólido estudio sociológico reciente (Ignacio Urquizu) destaca la existencia de varias brechas que dividen a la sociedad española, la primera de ellas generacional, que partiría a la población en dos mitades en torno a los 55 años, con una gran diferencia entre ambos grupos en experiencia política, en formación, capacidad tecnológica y estabilidad en el empleo.
Las diferencias generacionales explicarían la orientación política distinta mostrada entre jóvenes y mayores en las últimas convocatorias electorales, lo que no aclara lo que pueda ocurrir en las próximas, teniendo en cuenta que lo novedoso con el paso del tiempo va perdiendo brillo y novedad.
Esto de las brechas tiene su complicación, porque no existen los bloques monolíticos y porque lo natural si se quiere ser mayoritario es tratar de romper fronteras sociales.
En cualquier caso el objetivo en el ámbito político y en cualquier otro (también comercial) sería saltar compartimentos más o menos estancos.
Por poner un ejemplo hipotético, si una formación política ha conseguido convencer entre jóvenes, de grandes ciudades y mayoritariamente varones, significa al mismo tiempo que encuentra dificultades para convencer a mujeres, municipios medianos y pequeños, y ciudadanos adultos y mayores. O me quedo en el nicho o abro horizontes.
Con el informe "La Sociedad de la Información en España", la Fundación Telefónica analiza anualmente el uso de las tecnologías, la evolución del mercado e intenta detectar tendencias sobre comunicación y uso de servicios digitales. Presentado hace unos días en Madrid, me quedo con algunos de sus contenidos de la última edición, en este sentido de romper brechas.
Los mayores de 65 años abrazan internet
Los internautas mayores de 65 años hacen un uso cada vez más amplio de la red. Las actividades relacionadas con el ocio fueron la principal motivación para acceder a internet para el 59% de los usuarios de este segmento de edad. La comunicación con familiares y amigos y los asuntos profesionales también se encuentran entre los principales motivos para acceder a internet entre los mayores de 65 años.
La mayor utilización de internet por parte las personas mayores ha sido una tendencia constante durante los últimos años. En muchos casos se debía a la rápida difusión de los teléfonos inteligentes y de la mensajería instantánea, mientras que en 2016 el crecimiento viene de la mano de las tabletas. La adopción de estos dispositivos ha experimentado un crecimiento espectacular entre los mayores de 65 años: del 13% en 2015 al 42% en 2016. De hecho, este segmento de edad ya se encuentra por encima de la media en el uso de tabletas para actividades como las operaciones con bancos y Administraciones.
Formación 
En la educación reglada aumentan los dispositivos electrónicos para alumnos y docentes, el acceso a contenidos digitales y la conexión de los centros educativos.
Las nuevas tecnologías abren un universo de posibilidades de formación, con una amplia oferta gratuita, a distancia física; y la oferta de alfabetización digital a cualquier edad es accesible y se oferta por todo tipo de organismos públicos.
Fuera de la educación reglada, los MOOC (Massive Open Online Courses, cursos online masivos y abiertos) continúan ganando peso específico como mecanismo individualizado de formación. Se estima que en 2016 había 4.180 cursos activos de cerca de 550 universidades en
diversas plataformas, un 72,2% más que en 2015.
Desde la perspectiva de la demanda, el número de personas que se apunta a realizar
un MOOC no deja de crecer. En 2015 se estima que fueron más de 35 millones
en todo el mundo, subiendo desde los 16 millones de 2014. Las cuatro principales
plataformas por número de alumnos son Coursera (con cerca de la mitad del total),
edX, FutureLearn y Udacity. Como cortesía de este columnista, no de Telefónica, Mooc.es es un buscador de este tipo de cursos gratuitos y Miríada X agrupa la oferta de medio centenar de universidades y organismos españoles y latinoamericanos.
Relaciones sociales
El mundo digital y real se fusionan. El 78% de los internautas utiliza la mensajería instantánea para organización de quedadas o eventos.
Internet impulsa la vida social. El 55% de los internautas afirma que gracias a internet se ha vuelto a relacionar con familiares y amigos de toda la vida. El 36% de los internautas ha encontrado buenos amigos utilizando internet, el 35% ha encontrado compañeros profesionales, el 32% compañeros para participar en actividades de ocio, e incluso un 9% compañeros para participar en actividades de tipo político. El 28% de los jóvenes entre 20 y 24 años ha encontrado pareja en Internet.
Mundo urbano y rural
Si tal distinción existe físicamente, sociológicamente cabría discutirla, en el sentido de comportamiento diferente en el acceso a la información o consumo de ocio. Con todo la realidad actual de dispositivos móviles, de conexión permanente y sin cables, rompe la localización del usuario.
Aquí se podría citar usos como las relaciones con la Administración, la cita previa del médico o el acceso telemático al cliente de cualquier empresa independientemente de su ubicación.
Tan erróneo sería caer rendido a las ventajas de la actualidad tecnológica como las frecuentes previsiones catastróficas sobre el futuro de la sociedad hiperconectada.
Quedémonos con algunos de sus efectos positivos.
Reconociendo lo acertado de la expresión, el hombre aumentado no sería el que Telefónica bautiza así en referencia a la instalación de dispositivos electrónicos bajo la piel para detectar el azúcar de los diabéticos.
El hombre y la sociedad aumentada serían los capaces de superar brechas, y la tecnología divide con frecuencia pero puede también contribuir a conectar, de hecho lo hace.

Sugerencias