viernes, 27 de septiembre de 2013

La factura de irse de Afganistán

Aunque Defensa no aclara cuánto cuesta el repliegue de la peligrosa operación en Asia, el ministro ha deslizado un cifra exorbitante: 400 millones de euros
Artículo publicado originalmente en Estrella Digital.
España afronta con intensidad estos días, pero ejecutándolo todo el último año, el mayor reto logístico militar que han realizado nuestras Fuerzas Armadas: el repliegue de Afganistán. Su coste es un misterio que Defensa no aclara. El ministro Morenés lo ha evaluado en 400 millones –lo que cuesta un año de misión, ha asegurado a la agencia EFE–. El propio ministro reconoce que se trata de una operación “gravosa y difícil”. La base de Qala i Nau costó 44 millones de euros, y una parte de su material no ha podido ser repatriado porque la factura subiría aún más. Los soldados españoles dejaron definitivamente la base el pasado miércoles. El coronel español entregó el mando y las llaves a un sonriente general afgano.
Aunque la cifra que los servicios informativos del Ministerio ofrecen es mucho menor. Oficiosamente barajan un coste cercano a los 20 millones de euros, que fuentes militares relacionadas con la logística consideran impensable. El Ministerio de Defensa no ha querido aclarar la cuestión ante los requerimientos de Estrella Digital. Al margen del coste real, que se acabará conociendo, la operación supone un gran esfuerzo logístico, con un indudable significado político y militar.
Foto: Ministerio de Defensa.
El ministro Morenés ha viajado este miércoles a Afganistán para certificar gráficamente el repliegue de nuestro país de la provincia de Badghis y de su capital, Qala i Nau: arriar la bandera y ceder las instalaciones al Ejército Nacional Afgano, en concreto la base Ruy Fernández de Clavijo, en servicio desde julio de 2010 y en cuya construcción se invirtieron 44 millones de euros. La moderna base, vecina al aeropuerto y en las afueras, sustituyó al primer acuartelamiento de las tropas en el centro de la ciudad.
Afganistán-ISAF ha sido durante los últimos siete años, desde que en 2005 España asumiera la seguridad de la provincia de Badghis y la base-aeropuerto de Herat, la operación internacional con tropas españolas más peligrosa, más inaccesible, con mayor número de militares y más costosa económicamente. En el denominado PRT de Badghis –Equipo de Reconstrucción Provincial- el numeroso contingente militar ha trabajado conjuntamente con personal de la Agencia Española de Cooperación Internacional y para el Desarrollo AECID-.
A partir de ahora, parte del personal y la mayoría del material se encuentra en Herat, desde donde se repatriarán los medios y se esperará a que ISAF decida el futuro de una presencia internacional mucho más reducida. España ha mostrado su voluntad de seguir gestionando la denominada base avanzada de apoyo-aeropuerto de Herat –Afganistán no tiene ejército del Aire- y un hospital militar, decisión que aún no se ha tomado por parte de la OTAN.

HECHOS Y CIFRAS

Un año: el Mando de Operaciones del Estado Mayor de la Defensa ha preparado a conciencia esta operación de repliegue que se prolonga cerca de un año y que aún no ha terminado. España ha dejado en los últimos meses tres bases avanzadas que operaba en la provincia de Badghis. En marzo se comenzó a trasladar material desde Qala i Nau a la base-aeropuerto de Herat, 150 kilómetros que los convoyes tardan 12 horas en recorrer. Desde Herat vendrá prácticamente todo el material y la mayor parte del personal a España.
Coste del repliegue: el ministro de Defensa declaraba el pasado domingo en una entrevista a la agencia EFE que el repliegue es “extremadamente gravoso y difícil” y cifraba su importe como equivalente al coste de la misión en el último año que, consultando el balance anual que a finales de diciembre hizo el ministro en la Comisión de Defensa del Congreso, fue de 443 millones de euros. Por tanto, el repliegue va a costar entre esos 400 millones de euros, interpretando las palabras del ministro, y los 24 millones repetidos estos días desde fuentes oficiales.
Coste de la misión: la participación militar española en diversas operaciones en Afganistán desde 2002 suma un coste superior a los 3.200 millones de euros.
Misión ISAF: España participa en la misión ISAF en Afganistán desde enero de 2002. La presencia española comenzó en Kabul en 2002 y en mayo de 2005 se completó al oeste del país, con un equipo de reconstrucción provincial –PRT- en Qala-i-Nau (provincia de Badghis) y participación en la base avanzada de apoyo de Herat. La legitimidad y el mandato se encuentran en las resoluciones 1386 de 2001 y 1510 de 2003 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que subcontrató la operación militar a la OTAN con el nombre de ISAF. En esas resoluciones están definidas las tareas que han realizado nuestras Fuerzas Armadas: responsables de un equipo de reconstrucción provincial; de mantener la seguridad que permitiera el trabajo de reconstrucción y cooperación; el adiestramiento de Ejército Nacional Afgano; y la participación en una base avanzada de apoyo en Herat que dota de seguridad a varias provincias del oeste del país.
Foto: Ministerio de Defensa.
Libertad Duradera: en realidad España inicia su presencia en Afganistán o al menos en la zona en diciembre de 2001 en el marco de la operación Libertad Duradera, misión ofensiva de combate contra Al Qaeda y los talibanes que EE.UU. comienza como reacción a los atentados del 11-S (en un inicio fue llamada Justicia Infinita). España participó con medios aéreos de transporte, de apoyo y una unidad médica en Afganistán; y otros medios navales en el Índico, hasta que en julio de 2004 el Consejo de Ministros decidió la retirada de nuestro país de esa operación.
Fechas: el repliegue de Afganistán se ha acelerado considerablemente, más de un año. Los planes previstos, según informó Morenés al Congreso en mayo de 2012, era la reducción del contingente militar español de 1.500 militares en un 10% en el año 2012, un 40% en 2013 y el 50% restante en 2014. Las causas de este cambio de planes han sido el cumplimiento de los objetivos de la misión, según se dice, que los afganos ya son capaces de garantizar la seguridad de la provincia. Desde los 1.500 militares al comenzar 2013, a día de hoy España tiene desplegadas en Afganistán 989 personas, que se reducirán en las próximas semanas hasta quedarse en 660 y en 2014 unos 280.
Material y armamento: el material seleccionado para su repatriación -otra parte se quedará allí- incluye 179 vehículos ligeros Aníbal y Vamtac, 90 vehículos pesados RG-31 y MLV Lince, 52 camiones y máquinas de ingenieros, 18 aeronaves, 35 remolques y 335 contenedores y palés con material diverso. La repatriación del material, dependiendo de su naturaleza, puede seguir cuatro rutas distintas a lo largo de los 6.000 kilómetros que separan Afganistán de España: vuelos directos para material sensible y personas; el material crítico irá en contenedores por aire hasta Azerbaiyán, por tierra hasta Georgia y por mar hasta Castellón; vehículos de gran tamaño irán por aire hasta Emiratos y luego por mar hasta Valencia; y el material menos sensible atravesará por tierra Afganistán y Pakistán y en Karachi se subirá a un barco hasta Valencia.
Logística privada: además de los medios propios y la contratación de medios ajenos para el transporte de material militar -alquiler de aviones ucranianos Ilyushin y Antonov-, imprescindibles para grandes volúmenes ante la crónica carencia de medios aéreos de transporte que suplirá parcialmente los nuevos A400, el Ministerio de Defensa contrata habitualmente, y más en este caso, operadores logísticos privados para el traslado de material no militar. La envergadura de esta relación la puede indicar el contrato formalizado en marzo de 2011 por Defensa con la empresa SLI por importe de 188 millones de euros.
Coste humano: Afganistán es el escenario con mayor número de militares españoles fallecidos -99-, en su mayor parte fruto de accidentes. El más grave fue el del avión civil Yakovlev 42 que se estrelló en las cercanías de la ciudad turca de Trebisonda en mayo de 2003, con 62 víctimas mortales españolas, además de la tripulación ucraniana. En agosto de 2005 un helicóptero militar Cougar se precipitó contra el suelo en territorio afgano con la muerte de sus 17 ocupantes. Los artefactos explosivos improvisados han sido la causa de la mayor parte de las bajas restantes.
Parlamento: España da por finalizada su principal presencia militar en Afganistán sin debate parlamentario. Con anterioridad a la Ley de Defensa de 2005, y sobre todo después, Afganistán ha provocado una decena de votaciones y comparecencias del ministro de Defensa o del presidente. La última comparecencia monográfica sobre Afganistán en el Congreso por parte del ministro de Defensa se celebró el pasado mes de enero con motivo de la muerte de un sargento mientras desactivaba un explosivo.

Sugerencias



viernes, 20 de septiembre de 2013

Rajoy convoca el Consejo de Seguridad Nacional

Es la primera reunión ordinaria del CSN con temas extraordinarios sobre la mesa y con escaso tiempo para examinar la crisis de este verano: Siria, inmigración y Gibraltar

Artículo publicado originalmente en Estrella Digital.

El Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha convocado este viernes a las 9 de la mañana en el palacio de la Moncloa la primera reunión ordinaria del Consejo de Seguridad Nacional, máximo órgano de análisis y asesoramiento ante riesgos y amenazas a la seguridad del Estado que ha sido creado por la reciente Estrategia de Seguridad Nacional, aprobada el pasado mes de mayo y presentada en el Congreso por el director de Gabinete de Rajoy, Jorge Moragas, en el mes de julio. Una hora más tarde está convocado el Consejo de Ministros.
Asistentes al primer Consejo el pasado 11 de julio
(Foto: © Casa de S.M. el Rey / Borja Fotógrafos).
El Gobierno se ha comprometido a celebrar una reunión ordinaria del Consejo cada dos meses y cumple su palabra: es el tiempo transcurrido desde la primera cita constituyente celebrada el 11 de julio y de la que únicamente trascendió la fotografía de los 16 reunidos: el director del CNI, los secretarios de Estado de Exteriores y de Seguridad, el jefe de Estado Mayor de la Defensa, ocho ministros, la vicepresidenta y el presidente del Gobierno, el príncipe Felipe, el Rey; más los responsables del Gabinete de Moncloa –su director Moragas y el director-adjunto Senillosa-, elegidos para pilotar este órgano y estos temas.
El Consejo debería analizar las tres grandes crisis de seguridad de este verano: Siria, inmigración y Gibraltar. Probablemente los reunidos no debatirán sobre el espionaje electrónico de las comunicaciones, de creer a Jorge Moragas y su declaración en el Parlamento en julio (“no consta a este Gobierno que se hayan producido ataques ni espionaje por parte de EE.UU.”), en claro contraste con otros países como Brasil, en los que el asunto ha provocado una auténtica trifulca diplomática.
En cuanto a Siria, se trata claramente de la crisis internacional de mayor calado, ha provocado más de 100.000 muertos y dos millones de refugiados, se produce fronteriza con la presencia de 600 cascos azules españoles en Líbano, existen evidencias del uso de armas químicas, durante algunos días de agosto se vio como inminente una internacionalización del conflicto, muy probablemente ha provocado el uso intensivo de las bases de Morón y Rota, y aún así todo ello no fue suficiente para convocar una reunión extraordinaria de este nuevo Consejo de Seguridad Nacional.
La inmigración vuelve a la primera página con el reciente intento de medio millar de africanos negros –conocidos como subsaharianos- de saltar la valla en Ceuta y Melilla, y otro centenar a nado, circunstancias que recuerdan la crisis migratoria vivida en 2005 y que llevó al Gobierno de entonces a poner en marcha un ambicioso conjunto de actuaciones con los países del norte de África y de su fachada atlántica. El efecto llamada de la inmigración era la economía española, por lo que este riesgo parece controlado por un tiempo.
En las últimas semanas se ha vivido también un conflicto supuestamente grave con motivo de Gibraltar, a juzgar por la comparecencia urgente del ministro de Asuntos Exteriores de primeros de septiembre y a juzgar por los movimientos algo teatrales de buques de guerra por parte británica y de la Guardia Civil por parte española. La rapidez con la que se ha desinflado el globo y la tensión pueden ser indicadores de un cierto artificio en su generación.
La principal dificultad a la que se enfrenta el nuevo sistema español de seguridad es precisamente su andadura y engrase-encaje institucional.
Dice textualmente la Estrategia que “la preservación de la Seguridad Nacional precisa un nuevo sistema institucional nacional fuerte, al tiempo que flexible y con capacidad de adaptación al cambio y a las contingencias de seguridad, apto para responder de forma efectiva, integral y completa a los riesgos y amenazas del mundo actual (…). El principal objetivo del Sistema de Seguridad Nacional es la preservación de la Seguridad Nacional a través del funcionamiento óptimo, integrado y flexible de todos los recursos disponibles a tal fin”. Parece que en integración y flexibilidad hay trabajo por delante.
Imagen del primer Consejo el pasado 11 de julio
(Foto: © Casa de S.M. el Rey / Borja Fotógrafos).
Sobre una valoración de la nueva Estrategia y el nuevo Consejo hay indicios para todos los gustos. Entre los negativos se encuentran que el presidente del Gobierno no aparece como claro director de la orquesta de seguridad que afecta a tantos organismos y tantos ministerios, todos celosos de sus competencias; que no existe un consejero de seguridad nacional de peso, con línea directa y continua con el presidente e interlocutor respetado y respetable con ministros y contactos exteriores; que un órgano con ocho ministros no es operativo para reaccionar rápidamente a una crisis en agosto. Si la segundo reunión de este Consejo dura una hora, tampoco es un buen indicio.
Entre los aspectos positivos hay que mencionar que la cosa se mueve: la propia existencia de la Estrategia (los papeles son importantes, si no se depende de personalismos), su primera reunión en julio. A comienzos de agosto entró en vigor la reorganización del Departamento de Seguridad Nacional, ubicado en la Presidencia del Gobierno; es positiva esta segunda reunión del Consejo en septiembre; y también la obligación de elaborar un informe anual de seguridad para su debate en el parlamento también.
En el limbo se encuentra la Ley Orgánica de Seguridad Nacional que la Estrategia emplazaba al Gobierno a presentar en seis meses –ya cuatro- y que tiene la difícil tarea de resolver qué ocurrirá entonces con la actual Ley Orgánica de la Defensa Nacional de 2005 y su Consejo de Defensa Nacional.
El tiempo dirá la utilidad de este Consejo Nacional de Seguridad. Las dificultades para convocarlo en caliente y que sus reuniones ofrezcan más resultados públicos que una foto son factores los dos fácilmente superables.

Sugerencias


lunes, 9 de septiembre de 2013

Siria: el escenario y los actores

Si hay un tema sobre política exterior e interior para debatir este verano con un mondadientes en la boca, en bermudas y lanzando perdigones y opiniones con la misma fuerza que velocidad, ése ha sido Gibraltar. Quede claro que hasta de Gibraltar se han escrito y leído comentarios inteligentes, mérito de los autores, no del asunto. Porque el gran tema es Siria. Aquí algunos apuntes.
Merlones escalonados de la Mezquita de Córdoba.
Omeyas. Tras los primeros cuatro califas llamados ortodoxos que gobernaron la comunidad islámica tras la muerte del profeta Mahoma –jalifa en árabe significa sucesor-, tomó el poder durante aproximadamente un siglo la primera dinastía del nuevo imperio, los Omeyas, con sede en Damasco. Hacia el año 750 hubo un cambio cruento a favor de los Abbasíes, que llevaron la capital del imperio a Bagdad, pero de aquel traspaso de poderes a cuchillo consiguió escapar vivo y llegar a estas tierras –desembarcó en Almuñécar- quien conocemos como Abderramán I, emir de Córdoba y primer representante de la dinastía gobernante en suelo hispano que más tiempo ha permanecido en el poder, doscientos setenta y cinco años (del 756 al 1031). Un ejemplo éste, no menor ni único, que une a España con Siria.
Historia. La presión occidental sobre la Siria de los Ásad es anterior al enfrentamiento civil de los últimos dos años, a la primavera árabe, pero no se remonta mucho en el tiempo. La guerra civil libanesa finaliza oficialmente con los acuerdos de Taif de 1989, y entonces se permite a Siria con el beneplácito saudí y de EE.UU. una presencia militar y un protagonismo en Líbano que se rompe a mediados de la década pasada. Hay una decisión deliberada de acosar al régimen sirio y luego se buscan los motivos (asesinato de Hariri, gas mostaza), que estos regímenes autoritarios los ofrecen en abundancia.
Intervenciones occidentales. La reiteración de intervenciones militares de Europa y EE.UU. en Oriente Próximo y norte de África durante los últimos dos siglos –desde la invasión de Egipto por Napoleón en 1798, y su intento frustrado de tomar Siria- es un hecho.  El bombardeo continuado de Yemen con drones, la intervención en Libia en 2011, el ataque israelí sobre Líbano en 2006, la invasión de Irak desde 2003,  la primera guerra del Golfo (respuesta a la invasión de Kuwait) de 1991, todas las guerras árabe-israelíes (invasión de Líbano en 1982, Yom Kippur 1973, guerra de los Seis Días de 1967, crisis de Suez en 1956, retirada británica de Palestina en 1948), todas las guerras de ocupación colonial, todas las intervenciones de comienzos del siglo XX para acabar con el imperio otomano.
Mezquita de los Omeyas en Damasco.
Perroflautas. ¿Dónde han estado los antibelicistas los últimos dos años?, mientras Báshar al Ásad masacraba a los sirios, se preguntan algunos. Si admitimos la etiqueta antibelicista quiere decir que existen también los belicistas, causa curiosa donde las haya. Los antibelicistas han estado –supongo- leyendo el periódico, bebiendo vino tinto con gaseosa, separando la basura orgánica de los envases -siempre que sea posible-, navegando por Internet, mirando a los ojos al euríbor, temiendo por su futuro laboral..., haciendo su vida habitual, pero espantados y sufriendo por los que sufren. Y no quieren que su país participe en ninguna operación que aumente el número de víctimas.
Objetivo.  Obama ha dicho que el objetivo de una intervención militar contra Siria no es el cambio de régimen ni la destrucción de las armas químicas ni desplegar tropas sobre el terreno. El resultado de un ataque aéreo y con misiles contra Siria sería la debilitación del régimen, una situación similar al Irak de Saddam Husein entre 1991 y 2003, con sanciones, bombardeos intermitentes, embargos que en ningún caso sufre la elite gobernante. Por tanto, la consecuencia probable de un ataque será un régimen sirio tocado y vivo, débil con los vecinos y fuerte aún para la represión interna. Se dice del ejército egipcio que no ha ganado una guerra en toda su historia, pero se aplica con oficio de puertas adentro.
Primaveras. Nada volverá a ser igual en los países árabes tras el proceso revolucionario nacido a finales de 2010 y la reivindicación ciudadana de espacios de expresión, participación política y progreso social. La vuelta a la situación anterior es directamente imposible. La reacción de EE.UU. y la UE al golpe de Estado en Egipto, inaceptable. Haciendo un símil imposible con la santísima Transición española, estos países –cada uno con sus peculiaridades- están ahora en el verano de 1978, cuando aquí no había aún Constitución. Tres años después se produjo un golpe de Estado que desde algún ministerio de Exteriores se calificó como asuntos interno hispano-español. Sí aquí indignó esa reacción, en el caso egipcio se está produciendo un apoyo incondicional a los golpistas.
Industria. El mundo anglosajón y la Europa continental no parecen tener una amenaza existencial que provoque su defensa militar. Sí cuentan con una potente industria militar necesitada de clientes. El mayor crecimiento del gasto militar por regiones se produjo en 2012 en Oriente Próximo (+8,3% sobre 2011) y Norte de África (+7,8%). La UE coloca un tercio de sus exportaciones en Oriente Próximo, unos 20.000 millones anuales de euros. EE.UU. ha anunciado este año más de 10.000 millones de euros en venta de material militar principalmente a países del Golfo Árabe o Pérsico. ¿La inestabilidad favorece el comercio o el comercio provoca inestabilidad y mercados?
Refugiados. ACNUR y UNICEF han conseguido este verano trasladar a la opinión pública internacional el terrible dato de un millón de niños refugiados, la mitad de los sirios que han salido de su país. Las agencias de Naciones Unidas tienen gran parte de su presupuesto de donantes voluntarios, Estados o particulares. Diana de Gales en vaqueros con una máscara de metacrilato, Angelina Jolie rodeada de miseria lo que hacen es despertar conciencias sobre una causa humanitaria para aflojar bolsillos que financien estas agencias. Lástima que probablemente en este caso hayan encontrado apoyos mediáticos interesados en otros objetivos menos humanitarios, pero interesa destacar aquí que ACNUR y UNICEF buscan fondos para atender situaciones humanitarias dramáticas, no la intervención militar. Otros buscan argumentos en los refugiados; ACNUR busca fondos para atenderlos. Los dos millones de refugiados sirios se reparten sumando 720.000 en Líbano, 519.000 en Jordania, 463.000 en Turquía, 171.000 en Irak y 111.000 en Egipto. Situación dramática para los refugiados y para los países de acogida.
Armas químicas. ¿Existen formas más o menos dignas de morir o ser asesinado? No para el muerto. Los defensores del garrote vil decían que era más digno que la horca, probablemente por estar sentado. ¿Qué diferente grado de dignidad tiene morir en la silla eléctrica, una inyección letal, un bombardeo, un misil inteligente, un misil torpe, el fusilamiento, un ataque con drones? Hay poca dignidad en el morir asesinado, pero algo hay que decirle a la familia.
Nizar Qabbani. Poeta sirio (1923-1998) que revolucionó en los 50-60 la poesía árabe rompiendo los corsés clásicos que la encerraban en formatos y temas. Fue diplomático destinado un tiempo en España. Y dejó escritos bellos poemas de amor, y otras cosas más políticas como ésta, tras la derrota de junio de 1967:
El escenario ha ardido en sus cimientos.
Pero aún no murieron los actores.

*******

Han pasado unos 170 días desde que conocimos por El País que militares españoles torturaron en Irak. Esas personas o siguen dentro de las Fuerzas Armadas o andan tranquilamente por la calle. Los tiempos de la responsabilidad política, de la reputación de una organización, nada tienen que ver con los judiciales.

Sugerencias

Campo de refugiados sirios de Zaatari, en Jordania, poblado por 130.000 personas (foto Reuters en El País).

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Europa se cuestiona su Defensa

Preocupada por la salud de su industria de Defensa, Bruselas se ha puesto manos a la obra con el objetivo de gastar mejor, incrementar la competencia entre empresas, abrir el mercado interior y exportar a terceros países


Artículo publicado originalmente en Estrella Digital.

Europa está tan preocupada por su Defensa, por la capacidad de respuesta a amenazas directas o riesgos, como por la salud de su industria de Defensa. Y en este segundo punto es donde ha comenzado a actuar: el objetivo es gastar mejor, incrementar la competencia entre empresas, abrir el mercado interior y exportar a terceros países.
Los ejércitos de la Unión Europea tienen 16 tipos diferentes de fragata y 17 líneas de producción de carros de combate -frente a un modelo y dos líneas de EE.UU.-, además de participar en el desarrollo de cuatro aviones de combate diferentes o contar con sistemas tecnológicos o informáticos no interoperables, que no se entienden con los del vecino. Se trata de ejemplos significativos de la fragmentación comunitaria en temas de Defensa mencionados el pasado 24 de julio en Bruselas por el vicepresidente de la Comisión y responsable de Industria Antonio Tajani, en la presentación del documento –comunicación, en jerga comunitaria- Hacia un sector de la defensa y la seguridad más eficiente y competitivo, que apadrinó el propio presidente Barroso y contó también con la presencia del comisario responsable del Mercado Interior, Michel Barnier.
Para la Unión Europea uno de los fundamentos de su Defensa es la industria, y ha decidido impulsarla. También puede ser una forma de avanzar en la unión política a través del fomento de una rama industrial, siguiendo el camino iniciado por los padres fundadores.
Son objetivos declarados, entre otros, abrir a la competencia un mercado interior donde el 80% del gasto en defensa se produce a nivel nacional y a proveedores mayoritariamente nacionales, al margen de programas conjuntos, sin coordinación entre estados, lo que contribuye a la sobrecapacidad en algunos ámbitos, duplicación de capacidades en otros y carencias en sectores críticos.
La Comisión Europea plantea avanzar en la estandarización de equipos, la certificación comunitaria de productos de defensa, el apoyo a medianas empresas y facilitar su acceso a mercados hoy muy cerrados y con grandes contratistas principales que copan los programas y distorsionan el mercado; la protección de infraestructuras civiles de interés militar -como el enjambre de satélites Galileo-; agrupar la demanda y compartir medios en comunicaciones por satélite; o estrechar lazos entre actividades espaciales civiles y militares.
Los 28 países de la UE “no pueden desarrollar y mantener individualmente las tecnologías y capacidades en Defensa necesarias para el futuro”, comparten Bruselas y los principios fundamentales de la lógica.
Ashton presentará este mes un documento político y militar
Complementario al documento presentado sobre la competitividad de la industria, la vicepresidenta Ashton, cabeza de la Agencia Europea de Defensa y máximo responsable de política exterior y de la denominada Política Común de Seguridad y Defensa, tiene previsto presentar este mes de septiembre un informe sobre los asuntos de seguridad y de defensa centrado en aspectos civiles y militares. Un documento provisional ha sido enviado en la última semana de julio a los Estados miembro, de carácter confidencial por lo que no ha transcendido a la opinión pública.
Los dos documentos serán los pilares preparatorios del Consejo Europeo que en diciembre reunirá por primera vez a jefes de Estado y de Gobierno para hablar monográficamente de Defensa.
Como aperitivo, este 5 de septiembre se celebra en Lituania una reunión informal de ministros de Defensa de la UE –informal no porque vayan en vaqueros, sino porque no rematan con un documento final de acuerdos-, a la que ha sido invitado el secretario general de la OTAN. Curiosamente en Lituania se espera también al secretario de Estado de EE.UU. John Kerry, a la reunión de ministros de Exteriores que se celebra a continuación, aparentemente más interesado por Siria que por otros temas.
Teniendo en cuenta que cuando se reúnan a final de año los jefes de Estado europeos a hablar de Defensa el acuerdo o el desacuerdo estará ya alcanzado, que los asuntos llegan ya cocinados a las grandes cumbres políticas, es en estas fechas veraniegas cuando cada parte está defendiendo sus intereses.
Francia y Alemania concretaron en julio al poner por escrito conjuntamente y enviar a Ashton sus prioridades, algunas curiosamente relacionadas con drones e inteligencia, quizá una tímida respuesta europea al espionaje masivo de las comunicaciones por parte de EE.UU. conocido en las últimas semanas.
La iniciativa conjunta franco-alemana se produce en un contexto marcado por la renacionalización de la política de Defensa y, obligados por la escasez de recursos, la firma de acuerdos bilaterales en materia de Defensa, quizá el más relevante por sus implicaciones concretas el suscrito por Reino Unido y Francia. España no parece especialmente activa en este campo, si bien firmó el pasado noviembre con Francia, Alemania, Italia y Polonia un acuerdo para reforzar la Política de Seguridad y Defensa y que la Unión Europea asuma "su responsabilidad de forma más activa ante los desafíos venideros para garantizar la seguridad europea".
En el mismo sentido, de cara a la cumbre lituana de esta misma semana, el Ministerio de Defensa difundió el último día de agosto un vaporoso comunicado conjunto con Portugal e Italia en el que los tres países señalan que  "la integración europea" en el ámbito de la defensa "debe surgir de forma natural", y dado el "carácter excepcional de la defensa" será "primordial adoptar una perspectiva clara y compartida, así como incentivos financieros y fiscales" para avanzar en común.
La UE gasta un 25% menos en Defensa en una década
Buen momento en cualquier caso para dibujar el escenario: el sector industrial de la Defensa en la UE factura 96.000 millones de euros, 23.000 millones en terceros países -un tercio de las exportaciones, a Oriente Próximo-; y donde trabajan 400.000 personas de forma directa y más de un millón de empleos indirectos. Siguiendo siempre los datos aportados por la UE, los presupuestos públicos en Defensa de la UE han pasado de una suma de 251.000 millones de euros en 2001 a 194.000 en 2010, una reducción cercana al 25% con una repercusión evidente en los pedidos a la industria, que teniendo en cuenta los largos ciclos de desarrollo aflorará en toda su crudeza en los próximos ejercicios, especialmente a partir de 2015. Entre 2010 y 2012 se estima que se ha producido una bajada adicional de un 10% en el gasto público.
En cuanto al personal de Defensa, ha pasado de 2,4 millones en 2006 a 2 millones en 2010, de ellos 1,6 millones militares y 400.000 civiles; en cinco años la UE ha prescindido de 300.000 militares y 100.000 empleados públicos civiles en defensa. Bruselas critica que el gasto europeo en defensa está dominado por los gastos de personal.
“Es la hora de hacer algo más juntos en materia de Defensa”, ha dicho por su parte el presidente de la Comisión en la presentación del documento, en un nivel más político. “En tiempos de restricciones económicas necesitamos hacer un mejor uso del dinero público”, añadió, “gastar más inteligentemente, evitar duplicidades, poner en común inversiones y compartir equipamientos”.
En contra de los mejores deseos de la Comisión se encuentra, se sabe y lo comparte, que “la Defensa continúa estando en el corazón de la soberanía nacional y las decisiones sobre capacidades militares pertenecen a los Estados miembro”, además de reticencias ya expresadas por el Reino Unido a cualquier cosa que huela a unión política europea.
A pesar de su avanzado desarrollo tecnológico, de la capacidad de la UE de responder a una crisis con capacidades civiles y militares, de que incluso con los recortes de los últimos años, la UE aún gaste más en defensa que China, Rusia y Japón juntos, se observa cierto complejo de inferioridad por parte de las autoridades comunitarias en estos temas y una obsesión en compararse con EE.UU., que puede tener toda la lógica geopolítica pero ninguna en términos históricos, de arquitectura institucional o desde el punto de vista sociológico, vista la diferente concepción de la seguridad entre el mundo anglosajón y el europeo continental.
Por mencionar algunas cifras, en Bruselas aparentemente preocupa que EE.UU. invierte siete veces más que la UE en I+D en el ámbito de Defensa; que la UE tiene 500.000 soldados más que EE.UU.; que la inversión en equipamiento e I+D per capita militar es cinco veces menor. El aliado americano más que duplica el gasto en defensa de la UE, alcanzando cerca del 5% de su PIB -1,7% de media UE-.
La Comunicación sobre industria de la Comisión está llena de rincones y avisos a los Estados: por ejemplo, advierte sobre el uso de compensaciones a terceros países a cambio de contratos; el frecuente recurso de acogerse a la seguridad nacional para evitar la libre concurrencia a los concursos; y pretende limitar los acuerdos Gobierno a Gobierno que puedan utilizarse para saltarse la libre competencia, precisamente una fórmula que España ha introducido recientemente en la normativa como paraguas que pudiera albergar contratos como la hipotética venta de carros de combate Leopardo a Arabia Saudí.
El ejecutivo comunitario muestra también su disposición a establecer un mayor control (léase, limitación) de las ayudas de Estado a la industria productora de equipamiento militar.
Barroso, posible candidato a secretario general de la OTAN
La Comisión Europea es consciente de que las decisiones sobre inversiones y capacidades en defensa y seguridad deben partir de un acuerdo común de amenazas e intereses, por lo que Europa necesitaría un acercamiento estratégico compartido, una actualización de la Estrategia de Seguridad de Solana del 2003.
En el marco de todo este debate ha surgido también la hipotética candidatura del actual presidente de la Comisión Europea –Barroso- al puesto de secretario general de la OTAN, reemplazo obligado en 2014, tema esquivado por el interesado y rumor a voces en cualquier conversación sobre defensa en la UE.
La industria europea de Defensa se encuentra concentrada mayoritariamente en seis países, que suman el 87% de la producción total de la UE: Alemania, España, Francia, Italia, Reino Unido y Suecia –por orden alfabético-.

Agencia de armamento, versión española

Defensa tiene como objetivo transformar el actual sistema de adquisiciones de equipamiento militar en una agencia centralizada

Con discreción o secretismo, uno de los mayores cambios que se están produciendo en el Ministerio de Defensa actualmente es la transformación del sistema de adquisiciones de equipamiento militar, proceso hoy disperso en competencias, gestión de los programas y responsabilidades entre el órgano central del Ministerio, los Cuarteles Generales de los tres ejércitos y la propia industria, hacia una agencia centralizada.
A falta de la creación ex novo de una agencia, el Gobierno ha decidido que esas funciones las va a concentrar en la Dirección General de Armamento y Material –DGAM-. Países como Alemania, Francia o Reino Unido cuentan con organizaciones especializadas, centralizadas, profesionalizadas para la gestión de las adquisiciones de la Defensa.
El objetivo es separar, dentro de la estructura del Ministerio de Defensa, al usuario (Fuerzas Armadas) del encargado de contratar, dos papeles hasta ahora fundidos y formando por otra parte una simbiosis peculiar entre cada ejército y una gran empresa de origen público: Armada-Navantia, Tierra-Santa Bárbara, Aire-CASA.
El deficiente sistema de adquisiciones actual, en vista de los resultados, ya fue detectado por el anterior Gobierno del PSOE y puesto por escrito –en documentos entregados en la Comisión de Defensa del Congreso- como una de las actuaciones urgentes y pendientes, prioridad aparentemente recogida por el actual Gobierno del PP.
De culminarse con éxito el proceso, el secretario de Estado de Defensa –hoy ya competente sobre el presupuesto, a diferencia de otros ministerios donde los dineros se localizan en la Subsecretaría- aumentará aún más su poder.
Y si se centraliza una competencia no puede ser sino a costa de quien la tenía: los ejércitos y la propia industria, que la están cediendo sin que su malestar haya hasta ahora salido del despacho.
Como también ha sucedido en otros ámbitos, el actual equipo de Defensa sitúa el cierre del modelo en 2015, y con ese objetivo se están concentrando partidas presupuestarias y empleados públicos en la DGAM; fecha a la que también se han aplazado compromisos de gasto y nuevos programas como el 8x8, fecha a la que el Gobierno parece fiar el fin de todos los males de la actual crisis, momento que en todo caso se sitúa ya a caballo con la próxima legislatura.
En este proceso de convertir la DGAM en la agencia española de armamento se podría interpretar también la reciente resolución de la encomienda de gestión entre el Ministerio y la ingeniería pública ISDEFE para la realización de actividades y trabajos de asistencia y apoyo en el desarrollo de la política de armamento y material de defensa en el ámbito internacional. El apoyo a la exportación, por tanto, externalizado en los últimos años, vuelve al Ministerio.
Aunque no sea exactamente de su competencia quizá la nueva DGAM sea capaz de poner orden en las finanzas de la Defensa, que continúan confusas: el consejo de ministros del pasado 26 de julio aprobó un nuevo crédito extraordinario con destino a programas de armamento –ya lo hizo en 2012-, esta vez por importe de 877 millones de euros que suponen nada menos que un 15% adicional al presupuesto aprobado del Ministerio de Defensa para este año. Este crédito compartía Real Decreto con incentivos al vehículo eficiente y otras ayudas al Servicio Público de Empleo Estatal.

Sugerencias